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CursoFechaHorarioPrecio
1Técnicas imprescindibles de tinta y acuarela.Lunes 28 de Noviembre al Jueves 1 de Diciembre de 2016De 10:00 a 14:00 Hr.$3600.00 (incluye materiales)
Se sabe que las tintas han sido utilizadas tanto en la escritura como en la pintura artística desde el siglo IV antes de Cristo. La invención de las mismas es atribuida a los chinos, sin embargo no es la única cultura de la antigüedad que las utilizara. Los emperadores romanos firmaban sus edictos con una tinta púrpura muy costosa, hecha con una secreción de un molusco.

Las variedad mas antiguas de tintas que se conocen incluyen tintas hechas a base de nueces, hollín y pigmentos extraídos de animales marinos, como las sepias. Muchas de las tintas orientales que aún se utilizan, continúan produciéndose con este tipo de pigmentos naturales que han sido empleados desde hace siglos para su elaboración. Así mismo, distintas tintas artísticas actuales emplean tanto los materiales tradicionales como otros añadidos que permiten producir gran variedad de efectos y acabados.

Pese a que actualmente, gracias al mercado, muchos artistas están acostumbrados a pensar que la tinta es sólo de un tipo y con una función, acuarelistas y dibujantes de distintas épocas han usado muchos tipos de tintas con diferentes tendencias tonales para lograr diferentes objetivos. Artistas como Rembrandt, Leonardo y Turner, entre otros, utilizaron distintos tipo de tintas cubrientes, transparentes,  fluidas, densas, opacas o brillantes, entre otras. La elección de la tinta dependía del uso que deseaban darles, y más importante aún, de los efectos visuales que deseaban conseguir con las mismas.

Hoy en día existen diferentes tipos de tintas para hacer múltiples variaciones ópticas en los proceso plásticos, así como diferentes procesos de aplicación. Las tintas pueden ser utilizadas como medio dibujístico o como una técnica de pintura, ya sea como único medio o como técnica mixta.

En este curso exploraremos distintos tipos de técnicas y tintas, así como los anexados que se les pueden hacer para alterar sus respuestas al trazo sobre el lienzo para transformar la apariencia final de nuestros trabajos. Exploraremos técnicas y procedimientos de distintas épocas y tradiciones pictóricas, como la china o la barroca Europea, analizando a su vez distintos medios con los cuales la tinta de alcohol es capaz de formar técnicas mixtas ideales. Trabajaremos con tintas de agua y tintas de aceite en distintas versiones, así como en conjunto con acuarelas y gouache, a la manera de la escuela inglesa. También revisaremos técnicas de tinta de distintas culturas, como Japón y otras regiones de oriente; analizaremos sus variables en cuanto a medios y lo que cada uno de ellos produce.
Objetivos generales del curso:

    • Analizar distintos soportes de papel y telas.
    • Tintes y pigmentos de origen vegetal y animal.
    • Gomas, resinas, aceites, adhesivos de tipos animales, vegetales y sintéticos.
    • Efectos dispersantes y saturantes.
    • Transparencia y opacidad.
    • Efectos mixtos de tintas grasas y de agua.
    • Demostraciones didácticas durante el taller, para la realización de obras figurativas y abstractas.
  • Ejercicios figurativos y abstractos donde quienes asistan al curso puedan aplicar lo aprendido en el taller.
2Las atmósferas de William Turner.Lunes 28 de Noviembre al Jueves 1 de Diciembre de 2016De 15:30 a 19:30 Hr.$3600.00 (incluye materiales)
Joseph Mallord William Turner (1775 – 1851) es uno de los precursores más importantes de la pintura abstracta, tanto moderna como contemporánea. En su tiempo manejó el óleo y la acuarela libremente, usando los recursos del color como una coreografía de estructura pictórica para componer sus cuadros.

La obra de su último periodo presenta una forma de pensamiento artística que se adelantaba a su época. Sintetizó y economizó recursos para mostrar sensaciones y hacer reflexiones sobre la naturaleza de la pintura y de la vida misma. Turner construyó su pintura utilizando como sustento tres aspectos formales distintos: la forma, la composición y el color. Previo al pensamiento impresionista, produjo abstracciones donde privilegió las masas de color y el trazo por encima de la precisión realista de los objetos representados, adelantándose con ello incluso a Monet y a cualquier otro de sus contemporáneos. No sería hasta ya avanzada la segunda mitad del siglo XIX que muchos otros pintores abrevarían de su estilo pictórico en búsqueda de una nueva pintura.

Los poderes de las fuerzas de la naturaleza fueron el motivo primordial de las obras de Turner y su principal interés fue capturar los humores del mar, el vapor, la luz en movimiento y la actividad humana dentro de los mismos. William Turner logró desarrollar técnicas mixtas en acuarela y óleo que le facilitaron conseguir sus intereses plásticos, mostrando efectos dinámicos, gestualidad, evanescencia y una dramática expresión plástica. Gracias a que Turner es un pintor que dejó muchísimos cuadros sin terminar y gran cantidad de cuadernos de trabajo, los pintores de hoy tenemos la posibilidad de estudiar a detalle —en su obra inconclusa— sus medios y procesos de trabajo. Sus procedimientos técnicos mixtos ofrecen una poderosa alternativa para los artistas de hoy; una alternativa que la maestra Luz García intentará poner a su alcance a través de este curso.

Objetivos generales:

    • Analizar y practicar con los procedimientos técnicos que utilizó Turner, para lo cual acondicionaremos fluidos y corporeidad en los medios y en las capas de pintura. Trabajaremos con capas yuxtapuestas que en la obra producirán distintos efectos, muchos de los cuales son de dinámica presencia envolvente.
    • Analizar y adoptar el uso de cargas. Aplicaremos la composición por color a la manera en que Turner la empleaba en sus atmósferas, que eran parte esencial en sus sistema de composición por color.
  • Realización de un cuadro por alumno con la técnica de este gran maestro de la pintura.
3La Luz en la Pintura a la Manera de SorollaViernes 2 y Sábado 3 de Diciembre de 2016De 10:00 a 14:00 Hr. y 15:30 a 19:30 Hr.$4000.00 (incluye materiales)
Joaquín Sorolla consideraba que la pintura lo era todo; para él pintar era vivir, una función vital tan importante como la respiración. Pintaba al aire libre y pintar de cualquier otra forma le parecía un engaño. Trabajó algún tiempo como fotógrafo, lo que le hizo comprender a fondo la composición y, a su vez, enamorarse de la luz. Su obsesión por la luz lo seguiría a lo largo de su carrera y la misma le llevaría a trabajar sin descanso hasta conseguir capturarla con precisión en sus telas. Trabajó incansablemente durante 20 años antes de lograr pintar como él quería y su obra es el resultado de esa intensa búsqueda.

Para lograr pintar como deseaba, Sorolla tuvo que analizar a profundidad cómo se pintaba un cuadro desde las capas profundas, la fase que en algún tiempo fue conocida como grisalla. Se dio cuenta de que debía observar la naturaleza de las luces para poder determinar la manera correcta de comenzar sus cuadros. Investigó a profundidad cómo distintas maneras de trabajar la pintura en las capas internas de un cuadro tenían resultados distintos en las capas superiores. Por ejemplo, empezar por las luces en los cielos diurnos, las marinas u otros cuadros con agua tiene un resultado muy distinto que comenzar por los medios tonos, como generalmente se hace en ambientes de luz intermedia.

Sorolla desarrolló un sistema de pintura que, si bien no era nuevo del todo, sí lo era en cuanto a la forma en que él lo utilizaba y en relación a los temas y motivos que retrataba con el mismo. En él utilizó veladuras de pintura yuxtapuestas, con colores y densidades pensadas para que las capas superiores de pintura interactuarán con las capas previas; esto conseguía que se produjeran efectos de luz o sombra exaltada, según la imagen que estuviera pintando con las mismas. Pese a que esta técnica era reminiscente del claroscuro de los pintores venecianos y los barrocos, tuvo que ser completamente repensada por Sorolla, ya que al pintar escenas completamente distintas —a pleno rayo del sol—, no podía ser trabajado ni de la misma forma, ni con la misma paleta que empleaban los pintores barrocos.

En un ambiente determinado, cada personaje u objeto tiene una luz específica en relación a la atmósfera de este ambiente en cuestión, sin embargo, en una pintura un objeto puede representarse bajo cualquier iluminación dispuesta por quien lo pinta. Esto quiere decir que el pintor puede trabajar, a partir de su mente y su dominio del color y la técnica, una exaltación luminosa inexistente, si así lo desea, o exaltar más de la cuenta la realidad: éste es el caso de Sorolla. En toda pintura intervienen mínimo dos factores: el color (la luz) y la forma. Sorolla se dedicó a observar los valores de luz, los valores de sombra y los valores de las luces reflejadas, y cómo el exaltar o disminuir los contrastes, tanto tonales (blanco, negro y tonos de gris) como de croma (color), alteraban la sensación lumínica de las imágenes representadas. A partir de su estudio y posterior dominio de estas variaciones, en conjunto con el conocimiento de las capas de pintura, obtuvo la libertad de la cual sus lienzos son testigos y la capacidad de conmovernos a los espectadores de la forma en que sólo la luz lo logra.

Objetivos del taller:

    • Analizaremos cómo observar la luz.
    • El color y contraste en la práctica pictórica.
    • La iluminación solar y su representación en el color.
    • Las capas sucesivas.
  • Cada alumno realizará un ejercicio en la técnica de Sorolla durante el taller.
4La Luz en el DibujoLunes 5 al Jueves 8 de Diciembre de 2016De 10:00 a 14:00 Hr.$3600.00 (incluye materiales)
Alberto Durero (1471 – 1528), gran dibujante, pintor y grabador alemán, ideó en su momento algunos aparatos para resolver las problemáticas que le presentaban las dimensiones y la perspectiva de los temas que dibujaba. Estos inventos le permitieron tener mayor precisión sobre las formas de los objetos en sus representaciones y, por tanto, controlar las proporciones, los escorzos y las perspectivas de los mismos elementos en sus obras.

Si bien muchos de aquellos instrumentos ya habían caído en desuso con el pasar de los siglos, durante el siglo XX fueron prácticamente legados al olvido. No obstante, aún hoy la perspectiva, la forma, el trazo, la calidad de línea, la composición y las proporciones, entre otros, siguen siendo de gran importancia para nosotros los dibujantes contemporáneos.

Aquello que concierne a la línea no es lo único importante del dibujo, de hecho podríamos decir que es exclusivamente la mitad de la historia. La intensidad de la iluminación, en cuanto a los objetos, es el segundo elemento importante a considerar. Ésta implica, entre otros factores, el cómo producir la ilusión de volumen y, por lo tanto, el uso de contrastes —factor que incluso en el dibujo abstracto es esencial. El dibujo trata principalmente sobre las formas y la luz que éstas reciben y así ha sido estudiado a través del tiempo por gran cantidad de artistas. Tener control de la luz permite determinar la sutileza, teatralidad, exaltación, emoción, la atmósfera y el dramatismo de un dibujo. Bien podríamos decir que tener una clara intención de iluminación en una imagen bidimensional es tan importante que, en muchas ocasiones, es de eso de lo que depende el estar más cerca de bien lograr un dibujo o una pintura.

Cuando se estudia la luz en el dibujo, es necesario analizar las formas básicas tridimensionales presentes, semipresentes y ocultas entre los objetos. Éstas las podemos encontrar entre las formas o personajes que se desean representar en el dibujo y sirven de estructura fundamental para representar nuestras ideas. Así mismo, se deben analizar las diversas texturas que componen los elementos para lograr la representación asertiva de luces, brillos y reflejos. Cuando incide la luz sobre los cuerpos, se producen patrones dibujísticos diferentes que estimulan la creatividad expresiva del artista para ser plasmados en diversas formas, desde en un dibujo sugerente, hasta en la más precisa representación tridimensional.

Si ejercitamos las líneas de las formas y sus volúmenes, en conjunto con la iluminación, es posible llegar a dominar efectos luminosos únicamente accesibles a la mente de los artistas a través de la imaginación. Es con ese dominio que adquirimos la capacidad de representarlos mediante el dibujo.

Distintos pintores de todas las épocas han dejado dibujos, frases, textos y libros completos donde hablan de lo valioso de la geometría en relación al dibujo, no sólo en cuanto a la estilización de la forma, sino también en relación a la comprensión de la luz. Hokusai, Salvador Dalí, Leonardo da Vinci, Rubens, Cézanne, entre otros, se han valido de la geometría para enriquecer, tanto sus dibujos y su pintura, como la de sus alumnos.

Objetivos del taller:

    • Estudiar la relación entre geometría y volumen.
    • Volumen y saturación de materiales.
    • Volumen en luces y sombras.
    • Intensidad de iluminación.
    • Cuerpos y texturas opacos, pulidos y brillantes.
    • Alto, medio y bajo contraste.
  • Elaboración de un ejercicio tridimensional, por alumno, con un controlado manejo de la luz.
5El desnudo al óleo con modelo.Lunes 5 al Jueves 8 de Diciembre de 2016De 15:30 a 19:30 Hr.$3600.00 (incluye materiales)
A lo largo de la historia de la pintura han existido distintas técnicas empleadas por los pintores para retratar la figura humana: acuarela, encausto, lápiz, caseína, carboncillo, entre otras. Sin embargo, hay una diferencia entre todas estas técnicas, y es que cada uno de estos medios exige una manera propia de aproximarse a la representación pictórica. Es imposible retratar un modelo con carboncillo de la misma manera que se haría con acuarela, o inclusive con lápiz. Los diferentes medios no sólo nos exigen formas distintas de trabajo, sino que, gracias a sus características diversas, también nos ofrecen posibilidades pictóricas distintas.

El óleo tiene la cualidad de poder ser utilizado tanto de forma fluida como empastada, otorgando al pintor una gran cantidad de posibilidades que son particularmente interesantes al trabajar el cuerpo humano. Nuestro cuerpo tiene muchas particularidades que, así como le hacen sumamente atractivo, le vuelven una temática pictórica bastante compleja. Para retratar la figura humana con precisión, y sacar el mayor partido de sus características, se requiere un medio que permita explorar sus diversos aspectos.

El cuerpo humano posee por un lado estructura, por otro, movimiento, tridimensión y por último, la piel. Para ser captados asertivamente, la estructura y el movimiento requieren de un medio fluido y de un dibujo preciso, el medio debe tener la capacidad de responder ante la acción del artista y el óleo es un medio que tiene la capacidad de hacerlo. Otra ventaja del óleo es que, así como en su estado fluido tiene la capacidad de registrar la libertad del trazo, es también capaz de exaltar el volumen del cuerpo representado. El volumen se genera por medio de la corporeidad misma del material, ya que sobre el lienzo es la densidad la que se convierte en la materialidad misma del cuerpo representado. Artistas de distintas épocas como Rembrandt, Tiziano, Van Gogh, Baselitz, junto con otros grandes pintores del pasado y el presente, hicieron uso de estas cualidades del óleo en los cuerpos y rostros que retrataron.

Otra característica importante del cuerpo humano es su colorido, mismo que —debido a las características inherentes a la carne— es considerablemente complejo de representar. Un medio que nos permita explorar con profundidad la encarnación en la pintura debe tener la capacidad de producir veladuras de distintos grosores: algunas sutiles que permitan la transparencia y, a la vez, otras que puedan producir gran opacidad para jugar libremente con el color y la luz física. Son estas características las que consiguen que se logren representar las difíciles calidades de la piel que requieren tan diversos tonos.

Una de las técnicas capaces de satisfacer todas estas diversas necesidades, y que ha sido durante varios siglos la preferida por grandes pintores de la figura humana, es el óleo. Una buena técnica de óleo nos permite trabajar de forma sumamente fluida y espontánea, pastosa, densa y texturada, a la vez traslúcida u opaca, con diversas calidades de brillo y diferentes tipos de glaseados, dependiendo de nuestros intereses y necesidades pictóricas. Todos estos pasos permiten obtener, no sólo un retrato, sino un retrato tridimensional; un cuerpo que no sólo sea una imagen sobre una tela, sino que habite el espacio y aparezca frente a nosotros, no como una ilustración de algo, sino como una entidad en sí misma que nos confronta.

Objetivos del curso:

    • Elaboración y manejo didáctico del óleo fluido, semifluido y saturado.
    • Barnicetas y cargas. Características y sus aplicaciones.
    • La estructura ósea.
    • Construcción volumétrica y muscular.
    • El desnudo y la elección de la paleta cromática.
    • La iluminación y el pelo humano.
    • Brillos y reflejos.
  • Realización de un cuadro de retrato al óleo por alumno.
6Procedimientos técnicos de Degas para la pintura al pastel.Viernes 9 y Sábado 10 de Diciembre de 2016De 10:00 a 14:00 Hr. y 15:30 a 19:30 Hr.$3600.00 (incluye materiales)
Edgar Degas (1834 – 1917) fue un artista francés famoso por sus pinturas, esculturas, grabados y dibujos. Se le identifica por su uso particular de la técnica de gis al pastel y por sus múltiples trabajos en los que retrató bailarinas, ya que más de la mitad de su obra posee esta misma temática. Es reconocido como uno de los fundadores del impresionismo, sin embargo él siempre se consideró a sí mismo un pintor realista.

La técnica de gis al pastel que Degas tanto utilizó en su tiempo, fue mencionada por primera vez por Leonardo da Vinci en 1495. Durante el siglo XVII esta técnica alcanzó su edad de oro y durante el siglo XVIII alcanzó la apoteosis. En esa época, ésta se solía usar como una técnica mixta con gouache y era la técnica de moda para pintar retratos. Los pintores Quintin de Latour y Jean Simone Chardin fueron grandes exponentes de la misma, aunque prácticamente cayó en desuso después de la revolución francesa en beneficio del óleo. Pese a que este medio nunca volvió a tener el gran auge que en algún momento tuvo, fue utilizado posteriormente por grandes artistas, entre ellos Edgar Degas.

"El arte es un vicio, no se cansa uno con él de la vida" —Edgar Degas.

La pintura de Degas marcó profundamente el arte de la segunda mitad del siglo XIX, separando la figuración de la representación preciosista y haciendo un uso más expresivo y emocional de la pintura. El resultado de sus exploraciones fue una pintura con alta precisión cromática, profundamente figurativa, mas no mimética; una pintura que dejaba siempre a la vista su proceso, incluso la agitación constante del color y la ejecución nerviosa del trazo. La pintura de Degas es una pintura llena de luces centelleantes, contrastes estridentes y un determinado intento de deshacer las formas, explorando la superficie del lienzo y permitiendo y conservando los accidentes, manteniendo un ritmo al hacerlo.

La técnica pictórica de Degas es una que busca producir efectos intimistas. El adecuó los ambientes a las necesidades de su obra, transformó la emoción mediante el colorido y exaltó la luz de sus ambientes. Luz azul, caras verdes, vestidos rojos con luces amarillo limón y sombras moradas. Degas enfatizaba las atmósferas para conseguir emociones por color. Valiéndose de la fotografía para plantear las composiciones de sus cuadros, construyó todo un sistema propio de trabajo basándose en la técnica ya existente de gis al pastel y explorándola en conjunto con otros medios. Degas construía su pintura a partir de acuarela, pastel, tinta y carboncillo, a lo que también añadió una mezcla de gises y temples, volviéndola parecida en algunos casos a lo que después se llamaría gis oleoso.

La técnica de pastel a la manera de Degas, es una técnica mixta en la que se trabaja con pigmentos aplicados sobre un fondo áspero, con la cual se logra gran expresividad y un sistema de trabajo veloz y espontáneo. Ésta técnica posee gran frescura e inmediatez y aún pasando décadas, e incluso siglos, no presenta amarilleo ni resquebrajamiento.

Objetivos del taller:

    • Preparación del papel.
    • Elaboración de gises, medios fluidos y fijadores.
    • Entonado y saturación de color.
    • Sistema de yuxtaposición de colores.
    • Acentos de luces y veladuras.
  • Elaboración de un cuadro con la técnica pictórica de Edgar Degas.

Se ofrece un 10% de descuento para estudiantes y maestros con credencial vigente.

Todos los cursos incluyen Diploma con valor curricular S.E.P. Reg. 832.

Todos los cursos incluyen materiales (excepto pinceles, espátulas, cuaderno de apuntes, lápiz, goma y pluma que cada alumno debe traer por su cuenta).

Puedes apartar tu lugar con un anticipo de $600.00.

Por favor mándanos un email a contacto@ttamayo.com para brindarte el número de cuenta.

Todos los cursos son impartidos en Nuestro taller.

Informes: (55) 5373-1059, contacto@ttamayo.com