Marlen Dumas y la técnica de aguadas de tinta sobre papel
Marlene Dumas es ampliamente conocida como una de las pintoras más importantes de la actualidad y que sigue produciendo obra. Nacida en Cape Town, Sudáfrica, se mudó a Holanda en 1976, donde alcanzo fama a mediados de 1980, por sus series de pintura y dibujo basadas principalmente en la figura humana. Estos trabajos reflejaban un complejo acercamiento a diversos elementos: la pintura, la temática, la imagen fotográfica y el texto, mismos que Dumas ha continuado investigando a lo largo de su carrera.
Entre los materiales favoritos de Dumas encontramos el papel, la tinta y el acrílico. Mismos que por lo general trabaja a manera de aguadas, técnica que le permite acentuar la expresividad de su trabajo y transmitir con fuerza sus temas.
La aguada es una forma de trabajar materiales con base de agua, como son las tintas, gouache, acuarelas, temples y acrílicos sobre papel. Lo esencial en esta técnica es que se trabaje con mucha agua en el pincel —de ahí el término aguada— para que los materiales que utilicemos actúen de forma espontánea sobre el papel. Algo que también se hace habitualmente es mojar el papel sólo con agua, previo a comenzar a trabajar sobre él, o mojar las zonas donde vamos a trabajar con una aguada previa. Esto permite pintar líneas delgadas y otro tipo de trazos que gracias a la humedad conseguida previamente en el papel se expandirán y crearán distintos tipos de juegos espontáneos que podremos aprovechar para nuestro trabajo.
Otra clave importante de esta técnica es el tipo de papel que escojamos para trabajarla. Debido a que se trabaja con mucha agua lo ideal es utilizar papeles muy absorbentes y a la vez resistentes. El gramaje (grosor) del papel nos dará mayor o menor control sobre los resultados y sobre la cantidad de agua que podamos utilizar en él. Lo ideal es utilizar papel de más de 300 g/m² (gramos sobre metro cuadrado) para obtener la mayor cantidad de posibilidades que nos ofrece esta técnica. Entre otros factores a considerar a la hora de comprar el papel, habrá que procurar que sea 100% algodón o que tenga un alto porcentaje del mismo en su defecto, lo que garantizará una mejor absorción y respuesta a los medios. Por último es importante que el papel sea completamente libre de ácido para que no se transformen con el tiempo los colores y materiales que utilicemos sobre él.
Nota: Distintas marcas de papel tienen diferentes grados de absorción e incluso aunque usemos papel del mismo gramaje, estos reaccionarán de manera distinta. Si se quiere profundizar en esta técnica será importante probar múltiples marcas o incluso diferentes papeles artesanales para ver cuál produce los mejores resultados en nuestra obra.
La gran ventaja de esta técnica es que puede trabajarse en un mismo pliego de papel con múltiples técnicas de agua, como lo hace Marlene Dumas al fundir acrílicos con gouache, tintas y acuarelas. Sin embargo para hacer esto es bueno tomar algunas cosas en consideración, especialmente en relación a la técnica de acrílico: Existen muchos tipos de acrílicos que se pueden conseguir en el mercado, algunos espesos, otros fluidos y otros muy fluidos. Cuando trabajamos técnicas de acrílico, por lo general nos enseñan a utilizar un sólo tipo de acrílico y volver fluida la pintura utilizando sólo agua. Si queremos que sea más líquida le echamos más agua, si queremos que sea espesa la dejamos sin agua. El problema de este método es que el agua funge como un solvente para el acrílico y entre más agua le echemos al acrílico, menos partículas de acrílico habrá en nuestra aguada y por tanto menos capacidad de pegado tendrá nuestro acrílico. Esto generará que el pigmento que quedó sobre el papel caiga con los años a manera de polvo ya que no hay mucho que lo detenga sobre él. Si bien es cierto que el papel al ser absorbente minimiza la caída del polvo, no esta de mas ayudarle a cumplir esta tarea utilizando con conciencia nuestros medios. Para resolver este conflicto lo ideal es utilizar medios acrílicos muy fluidos, mismos que requerirán una menor cantidad de agua para volverse aguadas y por lo tanto conservarán la capacidad de pegado necesaria para detener el pigmento en el papel la mayor cantidad de tiempo posible.