Algo que llegó a Venecia justo durante esta etapa (a mediados del siglo XV), y que cambió drásticamente la pintura local, fue la técnica de óleo proveniente de los Países Bajos. Ésta fue introducida en Venecia por el pintor Antonello da Messina (c. 1430–1479), quien se cree que a su vez la llevó desde Nápoles. Este material fue sumamente influyente en la pintura Veneciana y, sin él, la técnica veneciana jamás habría visto la luz como hoy en día la conocemos. De hecho, de no haber llegado a Venecia, probablemente tampoco existiría la técnica de óleo tal como hoy en día la trabajamos. Esto se debe a que fue uno de los pintores venecianos de la época quien extendió ampliamente las posibilidades de la pintura al óleo, la cual hasta ese momento solía trabajarse más como un tipo de temple, que como lo que actualmente conocemos como óleo. El pintor que revolucionó la técnica de óleo fue Tiziano, quien espesó el aceite y lo comenzó a utilizar a manera de impastos y no sólo por medio de veladuras, como era el sistema de trabajo habitual del temple.
La forma de trabajo de Tiziano fue una de las grandes aportaciones de la pintura Veneciana a pintura de épocas posteriores. Sin embargo, no fue la única, y a pesar de lo que a veces pareciera decirse de la técnica de óleo de Tiziano, no nació de manera espontánea como producto exclusivo de su genio o como un descubrimiento casual. En realidad, otros artistas de la época influyeron en el desarrollo del medio a través de su forma de pensamiento sobre la pintura y a partir del estrecho vínculo que mantenía aquel gremio de pintores.

Giovanni Bellini, El Festín de los Dioses, óleo sobre tela, 1514, completado en 1520 por su discípulo Tiziano.
Una de las características más importantes de la pintura veneciana, que probablemente surgió de su fácil acceso a distintos pigmentos y materiales, fue que los pintores de esta región daban más énfasis a la mancha, el color, el volumen y por lo tanto a la materia, que a la línea y el dibujo de contorno. Esta forma de pintar veneciana, misma que pudo haber sido la mayor influencia sobre el uso del aceite espesado en la pintura de Tiziano, contrastaba fuertemente con la tradición pictórica de el resto de Italia, donde la pintura tenía más una tendencia Manierista, sistema que se enfocaba en la sobreestilización de las formas y proporciones, y en la exageración de las composiciones.
Podríamos decir que los artistas venecianos, en lugar de estilizar las formas, estilizaron el color de sus cuadros y la sensación lumínica que éste producía, acentuando con ello el impacto visual que sus obras generaban. Esto, cómo mencioné anteriormente, fue posible para los pintores de esta región debido al comercio del puerto y al fácil acceso a pigmentos que los artistas de la región tenían como consecuencia. Del énfasis que los pintores venecianos hicieron sobre el color, la composición por color y la mancha, surgió lo que hoy conocemos como la técnica veneciana, la cual, en su deseo por exaltar todos estos elementos, fue desarrollada por los pintores venecianos a partir de la investigación y experimentación con distintos procedimientos pictóricos tanto antiguos (el uso del temple y las grisallas), como nuevos (la técnica de óleo y el uso de distintos tipos de aceites de Tiziano). La combinación de estas técnicas permitió que se consiguieran los resultados deseados, mismos que a la vez fueron inspirados por la experimentación técnica antes referida.
La técnica veneciana, por la combinación de sus distintos materiales y procedimientos, fue capaz de producir gran luminosidad en el color, fuertes contrastes de luz y sombra, volúmenes exaltados, gran espacialidad y dramatismo lumínico. Fue gracias a todos estos cambios que, en los años posteriores a su desarrollo, se consolidó como la técnica que más influenciaría las forma de pintura subsecuentes, cosa que es particularmente notable en la pintura de los artistas del barroco como Rembrandt, Caravaggio, Rubens y Diego Velázquez.