La técnica veneciana y su historia
La técnica veneciana es, sin duda alguna, uno de los sistemas de pintura más influyentes de la historia. Ella integra técnicas distintas (que son temple y óleo), y utiliza distintos materiales como aceite negro y plomo. Sus impactantes características visuales han fascinado a pintores de todo el mundo a lo largo de la historia, cosa que hizo que esta técnica se extendiera ampliamente en Europa y, posteriormente, en las colonias. Aún hoy en día, varios siglos después de su invención, esta técnica sigue siendo admirada e utilizada por múltiples pintores de todo el mundo y es aún hoy considerada por muchos como la técnica que dio vida a los más grandes cuadros de la historia de la pintura.
El sistema de pintura veneciano, que en su momento fue revolucionario y que actualmente sigue siendo elogiado, estudiado y retomado por distintos pintores, por lo general es mencionado en nuestra época únicamente como un técnica de pintura. Sin embargo, no sólo implica aspectos relacionados con el uso de materiales y distintos procedimientos de aplicación de los mismos, por lo que ésta es mucho más que sólo una técnica. La forma de pintura veneciana también fue un sistema revolucionario de pensar y trabajar la pintura, que poco a poco transformó la mentalidad de los pintores en cuanto a la forma de abordar su labor. Gracias a este cambio en la mentalidad, producto de su época y circunstancias sociales, económicas y geográficas, la técnica veneciana transformó el arte para siempre.
A partir de la segunda mitad del siglo XV, Venecia tuvo una escena artística particular, llena de fuerza y vitalidad. Lo interesante es que este dinámico período artístico se dio justo durante el declive de Venecia como potencia económica y política. Debido a que esta ciudad ocupaba una posición estratégica en el mar Adriático, Venecia había sido durante varios siglos uno de los puertos más importantes de Europa, lo cual que fuera una potencia naval y comercial casi invulnerable. Entre el siglo IX y XII, la ciudad floreció como centro de comercio entre Europa Oriental y el resto del mundo, especialmente entre el imperio Bizantino y Asia.
Precisamente por esas circunstancias, los pintores venecianos estuvieron por varios siglos en una posición privilegiada en relación a los pintores de otras regiones de Europa: al ser la ciudad un importante centro de comercio, les fue más fácil conseguir materiales de pintura, e incluso tener acceso a materiales y técnicas nuevas de otras partes del mundo. Por otro lado, la economía de la ciudad propiciaba el mercado del arte, que por lo mismo hacía que muchos pintores obtuvieran buenas ganancias con su trabajo. Como ejemplo de estas circunstancias, podemos ver que la pintura veneciana tiene muchos más colores que la pintura contemporánea de otras regiones de Europa; colores como el azul ultramar, que era importado de Afganistan, y distintos verdes que eran de piedras semipreciosas, eran casi imposibles de conseguir en otras regiones de Europa, fuera por su escasez, o por su precio; sin embargo, en la pintura veneciana los encontramos en una gran cantidad de obras.
Algo que llegó a Venecia justo durante esta etapa (a mediados del siglo XV), y que cambió drásticamente la pintura local, fue la técnica de óleo proveniente de los Países Bajos. Ésta fue introducida en Venecia por el pintor Antonello da Messina (c. 1430–1479), quien se cree que a su vez la llevó desde Nápoles. Este material fue sumamente influyente en la pintura Veneciana y, sin él, la técnica veneciana jamás habría visto la luz como hoy en día la conocemos. De hecho, de no haber llegado a Venecia, probablemente tampoco existiría la técnica de óleo tal como hoy en día la trabajamos. Esto se debe a que fue uno de los pintores venecianos de la época quien extendió ampliamente las posibilidades de la pintura al óleo, la cual hasta ese momento solía trabajarse más como un tipo de temple, que como lo que actualmente conocemos como óleo. El pintor que revolucionó la técnica de óleo fue Tiziano, quien espesó el aceite y lo comenzó a utilizar a manera de impastos y no sólo por medio de veladuras, como era el sistema de trabajo habitual del temple.
La forma de trabajo de Tiziano fue una de las grandes aportaciones de la pintura Veneciana a pintura de épocas posteriores. Sin embargo, no fue la única, y a pesar de lo que a veces pareciera decirse de la técnica de óleo de Tiziano, no nació de manera espontánea como producto exclusivo de su genio o como un descubrimiento casual. En realidad, otros artistas de la época influyeron en el desarrollo del medio a través de su forma de pensamiento sobre la pintura y a partir del estrecho vínculo que mantenía aquel gremio de pintores.
Una de las características más importantes de la pintura veneciana, que probablemente surgió de su fácil acceso a distintos pigmentos y materiales, fue que los pintores de esta región daban más énfasis a la mancha, el color, el volumen y por lo tanto a la materia, que a la línea y el dibujo de contorno. Esta forma de pintar veneciana, misma que pudo haber sido la mayor influencia sobre el uso del aceite espesado en la pintura de Tiziano, contrastaba fuertemente con la tradición pictórica de el resto de Italia, donde la pintura tenía más una tendencia Manierista, sistema que se enfocaba en la sobreestilización de las formas y proporciones, y en la exageración de las composiciones.
Podríamos decir que los artistas venecianos, en lugar de estilizar las formas, estilizaron el color de sus cuadros y la sensación lumínica que éste producía, acentuando con ello el impacto visual que sus obras generaban. Esto, cómo mencioné anteriormente, fue posible para los pintores de esta región debido al comercio del puerto y al fácil acceso a pigmentos que los artistas de la región tenían como consecuencia. Del énfasis que los pintores venecianos hicieron sobre el color, la composición por color y la mancha, surgió lo que hoy conocemos como la técnica veneciana, la cual, en su deseo por exaltar todos estos elementos, fue desarrollada por los pintores venecianos a partir de la investigación y experimentación con distintos procedimientos pictóricos tanto antiguos (el uso del temple y las grisallas), como nuevos (la técnica de óleo y el uso de distintos tipos de aceites de Tiziano). La combinación de estas técnicas permitió que se consiguieran los resultados deseados, mismos que a la vez fueron inspirados por la experimentación técnica antes referida.
La técnica veneciana, por la combinación de sus distintos materiales y procedimientos, fue capaz de producir gran luminosidad en el color, fuertes contrastes de luz y sombra, volúmenes exaltados, gran espacialidad y dramatismo lumínico. Fue gracias a todos estos cambios que, en los años posteriores a su desarrollo, se consolidó como la técnica que más influenciaría las forma de pintura subsecuentes, cosa que es particularmente notable en la pintura de los artistas del barroco como Rembrandt, Caravaggio, Rubens y Diego Velázquez.
Otros aspectos que fueron grandes influencias para el desarrollo de la técnica veneciana son, por un lado el renacimiento y la búsqueda de libertad ideológica e investigación que conllevó éste mismo y, por otro, la imprenta. Leonardo da Vinci, quizá el más famosos exponente del renacimiento tardío, fue una gran influencia sobre los pintores de la ciudad, especialmente sobre Giorgione. El contacto que tuvo con ellos durante su estadía en Venecia pudo haber sido un fuerte impulso, no sólo pictórico, sino también ideológico para la posterior experimentación técnica y pictórica de los artistas del puerto. Otro pintor que tuvo una gran influencia estilística en la pintura veneciana y que pudo haber sido parte de la razón de la diferencia entre la pintura local y la de otras partes de Italia, fue Andrea Mantegna, quien vivía cerca de Venecia en Padua y de quien podemos apreciar una importante influencia en el uso del color adoptado en la pintura veneciana.
Además de la influencia del renacimiento, hay otro aspecto que pudo haber sido un fuerte detonador de las diferencias ideológicas que marcaron la pintura veneciana; ese sería el nacimiento de la imprenta. La recientemente inventada imprenta alemana se extendió rápidamente a través de Europa en el siglo XV, y Venecia, en particular, la adoptó muy pronto. Ya en 1482, Venecia era la capital de la impresión en el mundo, lo cual dio un fuerte acercamiento cultural a información de otras regiones y épocas, que pudo ser adoptada por los intelectuales de la región. Algunos de los temas con mayor auge del momento fueron manuscritos griegos, redescubrimiento cultural que tuvo gran empuje durante el renacimiento, no sólo en cuanto a la literatura, sino también respecto a las demás artes y otras áreas del conocimiento.
En la próxima publicación abordaremos la técnica veneciana, no desde su aspecto social e histórico como hicimos en este texto, sino desde el punto de vista técnico y pictórico. Explicaremos con detalle los descubrimientos técnicos de los pintores de la época, en cuanto a procesos y metodologías de aplicación, y también abordaremos sistemas que se desarrollaron posteriormente gracias a esta técnica que hoy en día conocemos por el nombre de técnica veneciana.