Para utilizar el encausto caliente es importante reducir la cantidad de trementina en el medio y calentar pequeñas cantidades de encáustica a la vez con cuidado.

La momia de Demetrio, 95-100 C.E.,11.600a-b, Brooklyn Museum
Problemas del encausto fluido
Si bien volver fluida la encáustica puede hacer que trabajarla sea más fácil, puede traernos algunas complicaciones a la hora de sopletear. Cuando hacemos esto el encausto tiende a penetrarse en la superficie del soporte, por lo que las capas muy delgadas pueden llegar a desaparecer. Es por esto que usar el encausto demasiado fluido puede traernos problemas. Pero lo cierto es que esto no es irremediable; puede solucionarse colocando una capa previa de encausto delgado antes de comenzar a trabajar. De esta forma, saturaremos la superficie de nuestro soporte y éste no se tragará todas las capas superiores de pintura que coloquemos.
Es importante considerar la absorción de nuestro soporte previamente a trabajar, ya que algunos soportes absorben más que otros y por tanto requerirán una capa previa de mayor o menor densidad. También es primordial no exceder la cantidad de encausto en la primera, de lo contrario, a la hora de sopletear podría perder su forma aquello qué pintemos.

Momia con retrato de joven sobre panel insertado, Periodo Romano, A.D. 80–100, Egipto, Fayum, Hawara, Encaustica sobre madera de tilo,restos humanos, lino, material para momificación, momia: l. 169 cm (66 9/16 in); w. 45 cm (17 11/16 in); panel: l. 38.1 cm (15 in); w. 18 cm (7 1/16 in)
El impasto en pintura de encausto
Otro problema que presenta la encáustica al ser sopleteada es que con calor tiende a reblandecerse y a extenderse sobre el soporte, de la misma forma que la cera. La forma de solucionar esto es agregando cargas al encausto mientras se está trabajando. Esto quiere decir aumentarle la cantidad de pigmento al encausto o agregarle materiales de carga como carbonato o caolín. Por una parte, la carga extra aumentará la densidad del encausto, esto hace que no se mueva tanto al exponerse al calor. Además, generará en él una especie de sensación de fraguado que también le dará solidez. Por último, le ayudará a secar mucho más rápido. Este último punto es quizá el más importante del uso de cargas extra en la pintura de encausto, ya que a menor sea el tiempo de secado del medio, menos se moverá la pintura al sopletearlo.
Por supuesto y como imaginarán, agregar carga extra a la encáustica tiene sus consecuencias. Al volverse menos fluido y un poco más denso, éste se vuelve un material más tosco, haciendo un poco más difícil el trabajo delicado. No obstante, adquiere un carácter visual bastante interesante, típico de la pintura de encausto.

Retrato del Fayyum, Carlsberg Glyptotek, Copenaghen, Danimarca
Dejarlo secar
Un último consejo para que lo qué pintemos con encáustica conserve su forma, es dejarlo secar el tiempo suficiente. En gran medida, lo que causa que la pintura de encausto pierda su forma al ser sopleteada es el exceso de trementina. Si dejamos que ésta se evapore por suficiente tiempo antes de sopletearlo, reduciremos la deformación resultante. Lo ideal es dejar secar el encausto por mínimo un mes antes de sopletearlo, para que se le evapore completamente la trementina y se endurezca. Por supuesto, una pintura de encausto delgada puede requerir menos tiempo, mientras que la gruesa siempre necesitará una cantidad de tiempo mayor.

Momia con retrato de joven sobre panel insertado, ca. A.D. 80–100. Encaustica sobre madera de tilo; Momia: 169 x 45 cm (57 1/8 x 17 3/4 in.)
Información sobre los componentes del encausto.
La encáustica se prepara a base de cera, solvente y resinas. La cera es el medio principal, aquel que pega los pigmentos a la superficie del soporte. El solvente adelgaza la cera, a su vez le permite fundirse con las resinas. Por último, las resinas son las que le dan dureza a la cera y le permiten consolidarse después de secar.
La cera por sí misma es un material que no seca. Si realizamos un cuadro con pura cera y lo colocamos en un lugar muy cálido, éste va a escurrir. Esto ocurrirá así pasen 10, 20 ó 100 años; incluso más, puesto que la cera tarda muchísimo tiempo en petrificarse. Por eso son esenciales las resinas para realizar encausto, debido a que éstas le darán la dureza necesaria y capacidad de pegado que requiere. Es importante que las resinas empleadas para realizar la encáustica sean las correctas. Resinas muy débiles no le darán la dureza suficiente, trayendo a la larga problemas a las capas de pintura. Las resinas que empleaba Diego Rivera para realizar su encausto eran resina damar y copal de pino mexicano. Hasta la fecha, estos componentes siguen siendo las resinas ideales para prepararlo.
Otros aspectos de suma importancia para la preparación de encausto son la condición de la cera y el tipo de solvente. El tipo de cera ideal para encausto debe estar completamente libre de miel y no debe tener mezclada ni la mínima cantidad de parafina. La miel no permitirá que seque nunca y la parafina hará que se craquele fácilmente, implicando problemas para lo que se pinte con cualquiera de las dos. Por otra parte, el solvente debe ser de origen orgánico; idealmente, trementina. Los solventes derivados del petróleo traerán a la cera condiciones similares a la parafina, reduciendo su flexibilidad y, por lo tanto, su tiempo de vida.
Siempre es importante considerar las características de los componentes del encausto a la hora de estarlo trabajando. Si lo piensan, lo que este texto ha intentado mostrar es que muchos de los aspectos técnicos a considerar a la hora de trabajar con este material son sólo cuestiones lógicas, relacionadas con las características de sus componentes.
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