Historia de la técnica de acuarela
La técnica de acuarela es acuosa, de colores translúcidos y se trabaja generalmente sobre papel. Actualmente existen distintas técnicas y sistemas para emplearla, pero comúnmente se trabaja sin el uso de pigmento blanco y se aplica a manera de veladuras. El color blanco del papel se respeta en las zonas que deseamos más luminosas, simplemente pálidas o blancas, mientras que las áreas coloreadas u obscuras de nuestras obras se cargan con más intensidad de color o mayor cantidad de veladuras.
Es común escuchar comentarios diciendo que en la técnica de acuarela el uso del blanco, no sólo no es recomendable, sino que está prohibido. Si bien no emplear blanco en acuarela puede permitirnos magníficos resultados, la realidad es que ese no es el único sistema y, de hecho, no es el que ha producido las obras en acuarela que hoy se consideran las más importantes para la historia del arte.
Lo cierto es que la acuarela es un medio que ha evolucionado mucho en relación al mercado. Aunque su uso se remonta a la Edad Media, lo que hoy en día conocemos como acuarela evolucionó a partir de la técnica de acuarela de finales del siglo XVIII. En 1766, William Reeves comenzó a vender las primeras pastillas prefabricadas y fue a partir de ese momento que comenzó la estandarización, tanto del medio, como de la técnica con la cual trabajarlo. De esta técnica derivan los sistemas y procedimientos de la técnica actual de acuarela. En este artículo haremos un viaje por la historia de la técnica de acuarela.
Historia de la acuarela
Sabemos que la técnica de acuarela se ha empleado desde la Edad Media. Sin embargo, la técnica de esa época no necesariamente se asemeja a lo que hoy conocemos como acuarela. Por siglos los artistas fabricaron sus propios medios de acuarela, así como sus pigmentos y otros materiales, en su propio taller. Antes del Renacimiento, la técnica de acuarela servía principalmente para ilustrar libros. Además de otros materiales como el temple o la caseína. Por supuesto que las pastillas o tubos de acuarela no existían y tardarían varios siglos en aparecer.
Con la llegada del Renacimiento y del creciente interés de distintos artistas por el dibujo, la técnica de acuarela pasó a ser un medio principalmente empleado en dibujo. Comúnmente se usaba la acuarela para empezar dibujos con aguadas. Posteriormente se trabajaba sobre éstos con plumilla, pincel o carboncillo, entre otros medios. Este tipo de acuarela era empleada en colores ocres, bistres, sombras, sienas y otros colores tierra para fondear, hacer medios tonos y sombras.
Las acuarelas de esta época generalmente no eran ampliamente cromáticas, utilizando únicamente unos cuantos tonos. Lo cierto es que para los intereses del dibujo de la época no se requería más.
Historia de la acuarela de colores brillantes
Aunque no fueron muchos, existieron artistas que emplearon acuarelas de colores brillantes en sus obras durante el Renacimiento. Un claro ejemplo de esta forma de trabajar son algunas de las ilustraciones de Alberto Durero, quien trabajó acuarelas de colores sumamente brillantes, buscando producir realismo. Sin embargo, el sistema de trabajo que empleó en su momento no fue una técnica de acuarela pura, sino una técnica mixta. En esta técnica podía emplear tintas, temple, gouache, gises y acuarela por igual, dependiendo de los resultados que deseaba conseguir. Sus trabajos de ilustración y registro los realizaba con esta técnica mixta en la que generalmente incluía acuarela.
El nacimiento de las pastillas de acuarela
No fue sino hasta 1766 cuando William Reeves comenzó a producir pastillas de acuarela. Permitiendo así el estandarizado, los resultados y procesos del medio. Esto ocurrió en el Reino Unido, por lo que también fueron los artistas de ahí los que más emplearon el novedoso medio. La técnica de acuarela como hoy la conocemos nació justamente de la evolución de lo que surgió a finales del siglo XVIII. La acuarela se volvió un medio que llamó la atención de muchos artistas jóvenes. Particularmente de aquellos interesados por salir de sus talleres a pintar de lo natural. Estas pastillas prefabricadas permitieron no tener que cargar pigmentos en polvo para temple, acuarela u otros materiales poco prácticos para el aire libre.
Sin embargo, esta primera acuarela surgió para satisfacer un mercado. El cual deseaba usarla solamente para realizar dibujos o apuntes monocromáticos. Principalmente de tonos tierras y sepia, como era la costumbre en el uso de la técnica de acuarela hasta entonces. Por lo tanto, dicho material y los resultados de aquella época aún no se asemejan a lo que hoy día entendemos por acuarela.
La escuela inglesa de acuarela
La acuarela se volvió realmente popular gracias a la que hoy conocemos como la Escuela inglesa de Pintura. Ésta comprende un período aproximado entre 1750 y 1850, en el cual floreció el arte de Gran Bretaña. Muchos de los artistas ingleses más conocidos son de este período y todos son famosos por su uso de la acuarela.
En los primeros años de la Escuela inglesa de Pintura, la acuarela se usó principalmente para realizar paisajes monocromáticos, como ya se hacía anteriormente. Esta forma de emplear la acuarela se caracterizó por comenzar a reducir los materiales que su técnica requería. En vez de usar la acuarela junto con todos los medios anteriormente utilizados en ella, se comenzó a dar mayor importancia a la acuarela por su portabilidad y conveniencia.
Representantes de la escuela inglesa de acuarela
Normalmente se comenzaba con dibujos monocromáticos previos o de pocos tonos. Posteriormente se aplicaban veladuras de colores y, finalmente, se acentuaban luces con tizas o con impastos de gouache. Varios artistas durante este período comenzaron a trabajar el medio de la acuarela de esta manera. Algunos de ellos fueron: William Taverner (1703–1772), Paul Sandby (bautizado en 1731–1809), Thomas Hearne (1744–1817), Michael “Angelo” Rooker (1746–1801) y Thomas Malton (1748–1804).
Este sistema de trabajo asemejaba al sistema de pintura de óleo y temple en el que se trabajaba previamente con grisalla y posteriormente se aplicaban veladuras. Aún no se comenzaban a explorar las características inherentes a la técnica de acuarela, ni tampoco sus efectos, como las aguadas o los deslavados tonales.
El nacimiento de la técnica de acuarela como hoy la conocemos
A finales de 1700, algunos acuarelistas comenzaron a experimentar con nuevos sistemas de aplicar la acuarela. En los cuales no siempre se comenzaba con una grisalla previa. Estos artistas exploraron las posibilidades visuales que podía producir lo acuoso. Dejaron de producir dibujos que posteriormente habían de entintarse, comenzando a pensar en lo que el medio permitía desde la mano prima. Con estos experimentos lograrían una estética más pictórica que dibujística, más libre y espontánea. Emplearon aguadas fluidas y colores más vibrantes que los usados anteriormente.
Algunos de los artistas de este período de la pintura inglesa son: Jonathan Skelton (activo durante 1754–59), Francis Towne (1739/40–1816), William Pars (1742–1782), Thomas Jones (1742–1803), John “Warwick” Smith (1749–1831). Entre los más importantes, John Robert Cozens (1752–1798), Joseph Mallord William Turner (1775–1851), Thomas Girtin (1775–1802), John Varley (1778–1842) y John Sell Cotman (1782–1842).
La técnica de acuarela de la Escuela inglesa
En la obra de estos artistas podemos ver cómo paulatinamente los colores se van volviendo más luminosos y se privilegia el uso de aguadas. Por un lado, esto se fue dando a causa de la herencia que obtenían los artistas de los procedimientos de sus antecesores inmediatos. Sin embargo, también se debió en gran medida al avance industrial de los materiales de la técnica de acuarela.
Algo muy interesante de esta técnica en particular y de su desarrollo durante este período, es la forma en que los materiales producidos por la industria fueron evolucionando en relación a las necesidades de los artistas y viceversa. La escuela inglesa de acuarela motivó la producción de pastillas de colores más vibrantes, que además respondieran de formas diferentes ante las aguadas. Tanto artistas como productores mantuvieron un contacto directo durante este espacio temporal, permitiendo un profundo desarrollo mutuo. Este diálogo no sólo motivó la producción de acuarelas, sino también la de muchos otros materiales de arte vinculados con el medio. Auspició la producción de distintos papeles fabricados con diferentes fibras y de distintas formas. Se desarrollaron también distintos pigmentos y se comenzó a experimentar con sus diferencias y posibilidades.
El uso del papel y la acuarela
Otra cosa significativa en la forma de esta época de trabajar la técnica de acuarela es ver cómo fue cambiando el uso del papel. En un principio solían usarse papeles entonados en colores tierra, grises o azules, que eran los tonos preferidos de la época, según el sistema de trabajo. Poco a poco comenzaron a emplearse papeles más blancos, los cuales eran entonces entonados únicamente de manera localizada. Artistas como J.M.W Turner empleaban papeles entonados sobre los que trabajaban con blancos de tiza o con el nuevo y novedoso blanco de titanio. Este blanco muy cubriente, que recientemente había sido descubierto, funcionaba para realizar una especie de mini imprimaturas localizadas para sacar luces en el papel de color. Muchos de los trabajos de Turner fueron hechos con este sistema.
William Turner y la acuarela
En la etapa final de la obra de Turner podemos ver en su uso de la técnica de acuarela una forma de trabajar más cercana a lo que hoy en día relacionamos con su técnica. En ésta las luces más altas eran respetadas para producir un impacto lumínico mayor. Aunque el blanco de titanio seguía siendo utilizado para generar otras luces y efectos secundarios y para generar sensación de proximidad mediante impastos ligeros de este material.
De esta manera fue que la técnica de acuarela fue tomando fuerza como un genero pictórico por sí mismo, convirtiéndose eventualmente en lo que hoy asociamos con el medio. Sin embargo, hasta la fecha el máximo esplendor que ha alcanzado esta técnica en occidente sigue siendo durante el periodo de la Escuela inglesa aquí mencionada.
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