Cómo crear profundidad mediante contraste
En este texto hablaremos de un recurso particular que permite crear profundidad mediante contraste en el dibujo y la pintura. La gran ventaja de este recurso es que es tan simple que no requiere del uso de color o de diversos materiales para ser puesto en práctica.
Algunos de los pintores más conocidos de la Historia del Arte Occidental han producido obras que acentúan la ilusión de espacialidad y tridimensión que poseen el dibujo y la pintura. De hecho, algunas de las obras más conocidas de dichos pintores son particularmente espaciales. Las Meninas de Velázquez y distintos cuadros de Vermeere parecieran ser espacios habitables en los que pudiéramos entrar. O bien los personajes de distintos cuadros de Rembrandt parecieran salirse del bastidor y estar realmente frente a nosotros.
Existen diferentes técnicas para lograr producir la sensación de tridimensión y espacialidad en la pintura y el dibujo. Las más conocidas de dichas técnicas son la perspectiva y el volumen. Sin embargo, existen muchas otras que nos permiten producir estas mismas ilusiones. Entre estos métodos encontramos el agrisamiento y el uso correcto de la teoría del color, los colores que avanzan y retroceden, y recursos técnicos cómo el uso de impastos, veladuras, cargas y saturaciones.
¿Qué es el contraste?
En cuanto a color, el contraste se define como la diferencia de tono que existe entre los colores de dos o más puntos de una misma imagen.
Existen distintos tipos de contrastes, para empezar hay contrastes en cuanto a valores de blanco, negro y gris, y otros en cuanto a contrastes de color.
Para acentuar la sensación de espacialidad en el dibujo y pintura el tipo de contrastes que más nos interesa es el contraste de valores de blanco negro y gris. Sin embargo, explicaremos con un poco más de detalle ambos para que sepamos de que es de lo que estamos hablado.
Contrastes en blanco, negro y grises
Los contrastes entre blanco, negro y gris son aquellos que se producen entre los distintos valores de la escala de grises. Ellos son de distintos tipos: altos contrastes, contrastes medios y contrastes sutiles.
Los altos contrastes son aquellos que se producen al emplear en una misma imagen o en una misma sección de una imagen dos colores que en la escala de grises se encuentran muy separados entre sí. El más alto de este tipo de contrastes sería por lo tanto el contraste entre blanco puro y negro puro.
Los contrastes medios son aquellos que se producen entre dos valores tonales que no se encuentran tan separados entre sí dentro de la escala de grises, pero que tampoco se encuentran muy juntos dentro de la escala de grises.
Los contrastes sutiles son aquellos que se producen entre dos colores que se encuentran muy juntos dentro de la escala de grises. Estos pueden ser tan sutiles que los mismos se vuelvan casi imperceptibles.
Aumentar y disminuir el contraste
En relación a lo que se habló en el párrafo anterior, aumentar el contraste entre dos valores tonales sería por tanto usar colores que dentro de la escala de grises se encuentren muy separados los unos de los otros.
De igual forma disminuir el contraste sería utilizar colores que dentro de la escala de grises se encuentren más cercanos, inclusive más cercanos de lo que la escala de valores visualmente nos permite reconocer.
Contrastes en color
Hablar de contraste en cuanto a color puede implicar dos temas distintos, contrastes cromáticos y contrastes en cuanto a valores tonales. Debido a que para acentuar la sensación de espacialidad mediante el uso de contrastes realmente solo emplearemos una de estas dos formas de contraste, vale la pena esclarecer las diferencias entre ambas.
Un contraste cromático es aquel que se produce entre los matices de dos colores distintos, un contraste tonal es aquel que se produce debido a los valores tonales de dos colores distintos.
Como se mencionó en el texto los colores como valores dentro de la escala de grises, los colores poseen distintas características a las cuales se hace referencia con distintos conceptos.
El matiz de un color es su característica cromática, esto se traduce en si dicho color es naranja, rojo, amarillo, amarillo limón, azul, azul cian o azul ultramar. También tiene que ver con qué tipo de color es independientemente, es decir, si tiene mezclado negro, blanco o gris en él.
El tono de un color tiene que ver con qué tan obscuro o claro es ese color si lo vinculamos con la escala de grises. No tiene que ver si tiene negro, gris o blanco en el color, sino a qué tono de gris se asemeja dicho color si le ubicáramos como un valor de gris más dentro de la escala de grises.
Profundidad mediante contraste
El contraste y la profundidad se relaciónan de forma muy simple en el dibujo y la pintura.
A mayor es la ilusión de distancia que queremos producir en un dibujo o una pintura, menor debe ser el contraste de esa zona de la imagen, llevando los colores hacia tonos de gris más neutros.
A mayor es la sensación de proximidad que deseamos producir, mayor debe ser el contraste que utilicemos en relación a lo más lejano de la imagen.
El contraste en la naturaleza
Es posible producir la ilusión de espacialidad en el dibujo y la pintura mediante los contrastes debido a cómo físicamente percibimos la distancia dentro del mundo natural.
Un elemento al que no nos es fácil poner atención visualmente es al aire, puesto que es translúcido. Sin embargo, en el aire que nos rodea flotan distintos tipos de partículas que no son tan transparentes como lo es éste. Humedad, tierra, polvo, humo, gases de fábricas, vapores, gases emitidos por máquinas y automóviles, etc. se encuentran también suspendidos en la atmósfera que nos rodea.
Este tipo de gases y partículas que se acumulan en el aire le vuelven más denso. Ello hace que, a la distancia donde nuestros ojos deben atravesar más cantidad de atmósfera para ver del otro lado, percibamos mucho más la densidad del aire y la atmósfera, por todo lo que se encuentra suspendido en el aire.
Consecuentemente esto dificulta percibir con claridad a los objetos que se encuentran detrás de estos. De esta forma el contraste de los objetos disminuye, puesto que ya no solo los vemos a ellos, si no que ahora los vemos a ellos mezclados con la atmósfera que los rodea. En particular vemos sus colores mezclados con los colores de la atmósfera que les rodea, y si ésta es muy densa, incluso dejamos de ver lo que está detrás.
La aplicación de ello en el dibujo
Aplicar esto en dibujo monocromático es muy fácil, aumentar el contraste hacia el frente de la imagen y disminuirlo hacia la distancia. Ello puede traducirse simplemente en apretar menos el lápiz (u otro instrumento que estemos usando) al producir claroscuro en aquello que deseemos colocar como distante e intensificar la presión del lápiz en aquello que deseamos traer hacia el frente.
En el caso de emplear tintas, se puede traducir en emplear tintas más aguadas para representar aquello distante y utilizar tintas más densas en aquello que se encuentra más cercano.
Es importante considerar que para aplicar esto con el mayor éxito posible podría ser una buena idea entonar nuestro papel de fondo previamente con un medio tono, aún si dicho medio tono es un valor de gris muy ligero. De esta forma nuestros contrastes frontales podrán no solo moverse en una dirección, la de intensificar la obscuridad de nuestras sombras al presionar más o menos nuestros instrumentos de dibujo, sino que también tendremos la opción de acentuar luces en los objetos frontales para hacerlos parecer más cercanos. Puesto que como se puede ver en la imagen anterior la distancia no solo debilita la intensidad de los tonos de sombra, también debilita la brillantez de las luces.
La aplicación de ello en la pintura a color
Cuando pintamos con color de igual manera el contraste se debilita hacia el fondo y se intensifica hacia el frente. Solo es importante considerar que el contraste que se intensifica o debilita es el de los valores tonales de los colores y no el contraste entre los matices de color.
Como ya se ha mencionado hablar de contraste en cuanto a color puede significar dos cosas: contrastes entre matices y contrastes entre tonos.
El contraste entre matices sería qué tan cerca o lejos está un matiz de otro dentro del círculo cromático. El contraste entre tonos que tan cerca o lejos está un color de otro dentro de la escala de grises.
En cuanto a producir la sensación de distancia o proximidad por contraste nos interesa en este caso más el contraste de tonos que el contraste de matices.
Colores que avanzan o retroceden
En efecto los matices de color pueden emplearse también para producir la ilusión de espacialidad en la pintura y esto puede ser logrado de distintas formas. Por un lado, tenemos el tema de los colores que avanzan y retroceden, el cual tiene que ver con la forma en cómo percibimos los colores cálidos y fríos, así como la forma de percibir los colores según sus valores de grises.
Sin embargo, si queremos tener un dominio profundo de la espacialidad que permite el color, debemos estudiar cómo funciona éste en relación con la atmósfera dentro de la naturaleza. De ello hablaremos en la próxima entrada.