Dibujo tridimensional
En dibujo figurativo se le suele nombrar a la ilusión de tridimensión como volumen. Los recursos esenciales para lograr dicho volumen son la geometría básica y el claroscuro. Sin embargo, un dibujo verdaderamente tridimensional implica considerar más elementos que solo aquellos que producen el volumen. Entre éstos los más importantes son:
- La forma en que los volúmenes se ubican dentro de un espacio determinado.
- La altura visual dese la cual son observados los objetos en el espacio.
- Cómo los contrastes en claroscuro son afectados por la proximidad o lejanía.
Estos elementos son importantes para todo tipo de dibujo tridimensional. Desde el dibujo de objetos, edificaciones e incluso para el dibujo anatómico.
En este texto analizaremos los temas antes mencionados que son esenciales para lograr un dibujo realmente tridimensional.
El dibujo ¿tridimensión o bidimensión?
Hoy en día cuando se estudia dibujo generalmente se hace énfasis en la línea, el trazo y el gesto. Además suele usarse como tema la figura humana para practicarlo.
Aunado a esto, el dibujo suele nombrarse como una práctica bidimensional. Ya que generalmente se ejecuta sobre superficies planas debido al peso que aún ejercen sobre éste las vanguardias de principios del siglo XX. Poco énfasis se hace sobre el carácter tridimensional del dibujo, el cual por supuesto es en realidad ilusorio.
Sin embargo, por muchos siglos el carácter más importante que el dibujo tuvo para la pintura fue la capacidad que éste tiene de producir la ilusión de tridimensión.
Sin embargo, conforme se fue rompiendo con la búsqueda de producir la ilusión de tridimensión y realismo convincente, distintos teóricos y artistas fueron dando más atención a otros aspectos del dibujo que no tenían que ver con la ilusión de realismo.
Se dio particular atención al gesto y a las propiedades más abstractas que el dibujo tiene para transmitir. El dibujo se volvió en muchos casos una herramienta performativa, el cual era usado para registrar la actividad de un artista sobre un lienzo.
Por supuesto que esto expandió considerablemente las posibilidades del dibujo en Occidente. Además de muchas otras posibilidades, especialmente si se desea dibujar de manera precisamente figurativa y realista. A lo largo de la historia se le ha dado al dibujo diferentes tipos de ocupaciones. Si es lo que deseamos, los artistas de hoy podemos hacer uso de todas ellas.
El dibujo pre-tridimensional
Por muchos siglos el dibujo en Occidente fue visto como una herramienta de la pintura y fue considerado como carente de valor por sí mismo. Durante la edad media el dibujo solo era una herramienta que utilizaban los pintores para aprender a pintar o para realizar bocetos preparativos para sus cuadros.
En gran medida ello estaba relacionado con lo difícil que era conseguir papel o lo caro de la producción de pergamino. Por ello los artistas solían utilizar para realizar dibujos, unas tablas de madera con gruesas capas de gesso conocidas como taffelets.
Una vez terminado el boceto o dibujo preparativo, el taffelet podía ser lijado y reutilizado. De esta forma los dibujos nunca eran conservados. Por lo tanto era en parte esta condición lo que hacía que no tuviera gran importancia.
Por otra parte, la pintura era principalmente simbólica por decisión de la iglesia. Esto hacía que no hubiera necesidad de gran preparación dibujística para muchas obras. Las composiciones eran planas, las imágenes poco realistas; no había perspectiva ni volumen, ni nada de aquello para lo que el dibujo es indispensable. Tampoco eran importantes las ideas de los artistas. Sino las ideas de la iglesia, por lo que los apuntes de artistas individuales no tenían valor aparente.
El dibujo tridimensional y su redescubrimiento durante el renacimiento
Con la llegada del renacimiento el comercio logró hacer más accesible el papel para diversos artistas. Así mismo, el acceso a nuevos conocimientos que el mismo comercio trajo consigo le dio al dibujo un valor diferente a los ojos de muchos pintores. Por un lado, se le otorgó el estatus de herramienta del pensamiento. Siendo entonces usado por muchos como una herramienta de estudio y análisis. A su vez los nuevos conocimientos de muchos artistas hicieron que el dibujo avanzara tanto en sus métodos, como sus capacidades. Por lo que distintas obras realizadas en la época siguen siendo vistas como obras maestras del dibujo.
Durante el renacimiento distintos artistas se veían a si mismos como buscadores de la verdad. Los nuevos conocimientos y el reencuentro de muchos artistas con la filosofía y el arte Griego les inspiraron a ir mas allá de los lineamientos de la iglesia. La cual había apostado por un arte que no imitara fielmente la realidad. Sino que solo reprodujera símbolos con los cuales narrar las historias de la Biblia.
Antes de la edad media el arte Griego, Romano y Egipcio tardío habían avanzado considerablemente en términos de representación figurativa. Más todo eso se perdió por la nueva religión Romana. Sin embargo, desde los albores del prerrenacimiento en el siglo IX, hasta el renacimiento tardío durante el siglo XIV se redescubrieron muchas de las técnicas que la pintura y el dibujo habían olvidado.
En términos de dibujo, el renacimiento trajo consigo el claroscuro, el volumen, la perspectiva, la composición, la geometría, las proporciones y la anatomía. Pero lo más importante fue la libertad para hacer uso de todas estas herramientas.
La figura humana
Como ya se mencionó, hoy en dia se da gran énfasis al trazo, la línea y la figura humana cuando se habla de dibujo.
Sin embargo, aunque quisiéramos, no podemos reducir el dibujo en completo solo a unos pocos temas.
Dibujar la figura humana en efecto tiene muchas ventajas para aprender a dibujar o para perfeccionar nuestro dibujo. En ésta son visibles muchos volúmenes distintos, lo que la hace ideal para practicar el claroscuro. También es muy expresiva, lo que la hace buena para practicar el trazo, la mancha, la línea y el gesto. Por último, posee una interesante combinación entre figuras orgánicas, ángulos y verticales. Sus volúmenes tienden a ser redondeados, más su estructura está formada por ángulos y líneas rectas que sustentan al cuerpo.
Además la figura humana también nos enseña de proporciones y geometría. Sin embargo, hay algunos elementos que no necesariamente son tan obvios en la figura humana. Por lo que es mejor identificarlos por medio de otras herramientas del dibujo.
La perspectiva y la figura humana
En relación a la figura humana la perspectiva es uno de los temas que son muchas veces dejados de lado. Esto tiene que ver por una parte con el gran énfasis dado por las vanguardias sobre lo plano de la superficie del lienzo y el alejarse de la ilusión de realismo. Por otra parte, también tiene que ver con el uso de fotografias como referencias para realizar dibujos y pinturas.
Generalmente se enseña la figura humana de forma independiente de la perspectiva. La perspectiva se utiliza más bien para dibujo arquitectónico y dibujo técnico, y la figura humana para dibujo artístico.
Sin embargo, cuando se dibuja la figura humana de forma realista y tridimensional, a perspectiva debe estar implícita en ella.
Esto se debe a que la figura humana ocupa una posición dentro del espacio y en relación con nosotros, los que la dibujamos. Debido a esto uno de los elementos más importantes del dibujo en perspectiva, es también un elemento significativo para el dibujo anatómico y de objetos diversos.
La altura visual
La línea de horizonte que se marca al trazar un dibujo en perspectiva se denomina altura visual. Esta se determina por la altura a la que aquel que dibuja ve aquello que está dibujando.
En ella se sitúa el punto de fuga (cuando solo hay un punto de fuga) del cual se tirarán todas las líneas. En pocas palabras la altura visual equivale a desde donde el artista ve aquello que dibuja hasta la altura en que se encuentra quien dibuja.
La altura visual es sumamente importante para el dibujo de figura humana y para todo dibujo tridimensional. Puesto que quien dibuja, siempre verá una figura humana u objeto desde una posición específica en relación a la figura. Desde distintas posiciones se verán unas caras de la figura más que otras.
Supongamos que vemos un cuerpo parado sobre una mesa y nosotros estamos a unos metros de éste sentados sobre el piso. Podemos ver el cuerpo completo desde los pies hasta la cabeza, lo que quiere decir que nuestra altura visual no está más abajo de la altura de los pies.
Sin embargo, ¿Que parte de los pies alcanzamos a ver?. Si ellos nos quedan justo en frente no podemos ver la parte superior de los pies, solo alcanzamos a ver una cara de los mismos. Al estar ligeramente más arriba de la altura de los pies alcanzamos a ver un poco más de la parte superior del pie. Ahora, si continuamos subiendo más, nuestra altura visual subirá y con ella poco a poco veremos más la parte superior de los pies y menos de las caras frontal, trasera y laterales.
Un objeto realmente situado en el espacio
Para que un objeto se encuentre realmente situado en un espacio es necesario que dicho objeto tenga congruencia en relación a la altura visual desde la cual el dibujante observa al objeto.
El dibujo tridimensional y su conflicto con la fotografía
El conflicto que tiene el dibujo tridmensional con la fotografía solo existe cuando quien dibuja está aprendiendo a dibujar. O si se olvida de la altura visual al querer hacer un dibujo relamente tridimensional y realista.
Si se desea aprender a dibujar de forma realmente tridimensional y entender los objetos como volúmenes en el espacio, depender demasiado de la fotografía puede hacerlo un poco más complicado. Esto se debe a que la fotografía es un objeto bidimensional. Presenta una altura visual fija, por tanto nos relacionaremos con los cuerpos dentro de la foto como objetos planos y no como objetos tridimensionales.
Puesto que la fotografía es fija, la altura visual a la que se ven los objetos dentro de la imagen no cambiará. En cambio, si nos movemos cuando dibujamos, la altura visual a la que observamos aquello que dibujamos sí cambiará.
Debido a ésto, quien dibuja se relaciona de forma tridimensional con los objetos y no de forma plana. De esta forma la tridimensión es algo que se comprende de forma directa e intuitiva, sin tanta necesidad de analizar la perspectiva.
Sin embargo, cuando se dibuja con fotos como referencia es nuestro intelecto el que tiene que pensar en la altura visual.
Obviamente la foto tiene ya una altura visual, puesto que se tomó desde cierto lugar en relación a los objetos. Sin embargo, es fácil solo copiarla como una imagen plana y no dar suficiente atención a la altura visual. Si esto ocurre los objetos se verán un tanto dislocados del espacio.
Dibujos con collages de foto como referencia
El conflicto se acentúa cuando se usan varias fotografías para para construir un dibujo o pintura. Puesto que estas tienen distintas alturas visuales. Si no cambiamos la altura visual de los objetos con nuestras mentes, los objetos se encontrarán dentro del espacio del lienzo siendo observados desde diferentes alturas visuales al mismo tiempo.
Por supuesto, esto no es necesariamanente malo. De hecho cuando Cezanne comenzara a realizar un cuadro con muchos puntos de vista distintos en ellos, marcó una tremenda revolución para la pintura. Y sería el Cubismo el movimiento que se valdría justo de ese recurso. ¿Cómo? empleando distintas alturas visuales en una misma pintura para producir su propia estética.
Hoy en día existen muchos pintores que emplean varias alturas visuales en sus pinturas para conseguir diferentes fines. Por ejemplo, exaltar la relación que existe entre la pintura actual y la fotografía, la condición independiente del mundo de la pintura y otras reflexiones teóricas.
Sin embargo, lo ideal para el pintor es poder emplear los recursos de la altura visual a voluntad y no por defecto. Especialmente para aquellos artistas interesados en producir dibujos y pinturas convincentemente realistas y tridemensionales. La altura visual es un elemento indispensable a considerar en su pintura.
El contraste y la tridimensionalidad del dibujo
En el próximo texto hablaremos sobre cómo el contraste influeye en la ilusión de espacialidad y tridimensión en el dibujo. Tema que vuelve al dibujo un punto intermedio entre dibujo y pintura puesto que se trata de hablar de valores tonales e incluso de colores que avanzan y retroceden.
Si te interesa dominar estas y otras herramientas que permitieron a los renacentistas y a artistas de periodos posteriores dominar con gran detalle la representación del mundo, te será de gran ayuda asistir al taller “Estrategias de geometría y volumen para el dibujo y la pintura” (será impartido los días 22, 23, 24 y 25 de Julio de 2019). Toda la información detallada sobre el curso (incluyendo el temario), puedes solicitarla a través del siguiente enlace: https://bit.ly/2S9cYMv.