La pintura al pastel ha sido empleada en forma de barra desde el siglo XV, pero no fue hasta el siglo XVIII cuando el pastel fue visto cómo un medio artístico serio. La edad de oro de la pintura al pastel se asocia con el nombre de Rosalba Carriera (1674-1757), cuyos elegantes retratos fueron tremendamente populares en París. Muchos otros artistas utilizaron este medio, incluidos los famosos Edgar Degas, Edouard Manet y Lautrec, por nombrar algunos. En el siglo XIX, debido a la alta demanda de los artistas, surgieron empresas fabricantes de una amplia selección de pasteles duros y blandos que varían en intensidad y valor de color.
La pintura al pastel tiene un linaje fascinante y es la fuente de muchas obras de arte únicas, conmovedoras y hermosas. Ha sido empleado por algunos de los artistas más famosos de todos los tiempos. Sigue leyendo para descubrir la fascinante historia de la pintura al pastel.
¿Qué es pintura al pastel?
"El nombre Pastel proviene de la palabra francesa "pastiche" porque el pigmento puro en polvo se tritura hasta crear una pasta, con una pequeña cantidad de aglomerante de goma, y luego se enrolla en barras. La variedad infinita de colores en la gama Pastel abarca desde suave y sutil hasta audaz y brillante". Pastel Society of America.
¿Cuándo comenzaron los artistas a usar pintura al pastel?
Los primeros pasteles no aparecieron hasta finales del siglo XVII. Pero los dibujantes habían estado utilizando medios de color seco, tanto los gredas naturales, extraídos de la tierra y cortados en barras, como las de tiza, hechos mediante la mezcla de pigmentos con aglutinantes en una pasta que se podía enrollar en bastones. Las recetas de "pastelle" y "pastillas" (tizas fabricadas) surgen en los tratados de los artistas del Renacimiento y recomiendan pegamento de pescado, jugo de higo y goma arábiga como aglutinantes.
Los maestros del Renacimiento, como Leonardo da Vinci (1452-1510) y Michelangelo (1475-1564), utilizaron tizas y gredas naturales para dibujar, y fue a partir de esto que se desarrolló la pintura al pastel. La invención del pastel se atribuye al pintor alemán Johaim Thiele.
Inicialmente, la pintura al pastel solo estaba disponible en rojo, negro y blanco, imitando las tizas y gredas naturales, era muy distinto al panorama de pintura al pastel que se ofrece actualmente. Con el tiempo, la gama de colores disponibles se expandió y las técnicas evolucionaron.

Retrato de un hombre barbudo, medio cuerpo, vestido con un doblete recortado, alrededor de 1575, L’Anonyme Lécurieux. Tiza negra y roja, 13 × 8 3/4 pulg. J. Paul Getty Museum, 2003.10. Imagen digital cortesía del Programa de Contenido Abierto de Getty
Esta es una obra que ilustra perfectamente la transición entre la técnica de pintura al pastel cómo herramienta de dibujo y el uso del pastel como técnica pictórica completa. Este artista francés usó solo tiza negra, negra azulosa y roja, creando la ilusión de una paleta mucho más amplia. Observa cómo sugiere toques de color marrón en el bigote de su modelo, un rubor rosado en sus mejillas, e incluso un claro color azul grisáceo para sus ojos.
Popularización de la técnica pictórica del pastel
En el siglo XVII, habían surgido varios grandes pastelistas, entre ellos Joseph Vivien, Jean Marc Nattier y Charles Antoine Copeyl, quienes transformaron la técnica de pintura al pastel en una forma reconocida de pintura que pronto rivalizaría con la pintura al óleo tradicional como medio.
Para la década de 1650, comenzamos a ver un enfoque menos gráfico, más "pictórico", en la obra de Robert Nanteuil, un artista activo en París. Sus retratos en colores pastel a menudo servían de base para las impresiones al oleo y, sin embargo, en obras como el Retrato de Monseñor Louis Doni d'Attichy (1663), Nanteuil aplicó su modesta gama de colores pastel de forma muy parecida al estilo de las pinturas al óleo, pero con una nueva riqueza y variedad de toques.

Retrato del Monseñor Louis Doni d’lttichy, Obispo de Riez y posterior de Autun, 1663, Robert Nanteuil. Pastel sobre papel, 13 1/2 x 11 pulg. Museo J. Paul Getty, 98.GG.13. Imagen digital cortesía del Programa de Contenido Abierto de Getty
A diferencia del retrato anterior de L’Anonyme Lécurieux, el medio aquí cubre completamente el soporte de papel; la realidad de la hoja es tragada por la ficción de la semejanza. Este cambio puede reflejar la receta cuidadosamente guardada de Nanteuil a las barras de pintura al pastel, proporcionando un color más cremoso y más esparcible. Esta obra también apunta a un cambio en su uso del medio, de una aplicación esencialmente lineal a una más gruesa y suave, en la que el artista usó las yemas de sus dedos para hacer manchas con la barra de pastel, una práctica conocida como "endulzante".
Edad de Oro de la pintura al pastel
Fue en el siglo XVIII cuando la pintura al pastel alcanzó su edad de oro. Reyes, príncipes y miembros de la burguesía querían sus retratos en colores pastel. Maurice Quentin de La Tour, Jean-Baptiste Perroneau, Chardin, Francois Boucher, Greuze, Mesdames Labille-Guiard y Vigée Lebrun estuvieron entre los que destacaron el arte de la pintura al pastel en todo el mundo. Solo en París había al menos 200 grandes artistas.
Rosalba Carriera
Rosalba Carriera, la artista veneciana que dominó este medio a principios del siglo XVIII. Fue la primera fuerza importante en el desarrollo de la pintura al pastel. Muchos de sus pasteles fueron hechos especialmente para ella por su colorista en Nápoles, quien experimentó con el uso de conchas de mar en polvo fino como portador del pigmento puro.
Las conchas de mar molidas han sido empleadas por siglos como cargas para tizas, acuarelas y temples. Al molerlas se obtiene un carbonato de calcio muy fino que es perfecto para técnicas delicadas. En Japón, por ejemplo, ha sido empleado este tipo de carbonato por varios siglos en distintas tintas. Hasta la fecha sigue siendo utilizado en las tintas tradicionales. Hoy en día se emplean más otros tipos de cargas. Gracias a la industria actual los carbonatos pueden molerse muy finos aún si su origen es distinto al marino.
La técnica de Carriera
Carriera desarrolló técnicas de pintura al pastel distintas a las que hoy en día son más empleadas. Recordemos que en la época la pintura al pastel era un medio nuevo y por lo tanto no existía aún una forma "correcta de trabajarlo", cosa que es una gran ventaja para la creatividad. Por lo tanto la artista experimentó distintos sistemas para transmitir la textura de una mejilla, el lustre de un collar de perlas o la suavidad de una capa de terciopelo.
Por ejemplo, podría aplicar una capa de pastel humedecido con un pincel para establecer un tono de piel base y luego volver a visitar el área con pastel seco y en polvo para sugerir la superficie suave de la mejilla de una niña. La prodigiosa habilidad y velocidad de Carriera, así como su habilidad para embellecer y estilizar a sus retratados la convirtió en la retratista favorita de los aristócratas ingleses que visitaban Venecia.