Breve historia del dibujo de figura humana (hasta el Renacimiento)
Cuando se trata de desarrollar el dibujo de figura humana con éxito, conocer la anatomía humana es clave. Esto te permitirá dibujar figuras realmente más realistas.
Una de las claves para obtener un buen dibujo de figura humana son las proporciones. Esto puede lograrse iniciando nuestro dibujo con figuras geométricas o figuras de palo, ya que nos proporcionarán una base en el dibujo. Así, el punto final a dibujar son los detalles, comenzando desde los rasgos faciales hasta la forma total del cuerpo.
Descubrir la forma correcta de representar la figura humana tomó a cientos de artistas varios siglos. Estos desarrollaron poco a poco metodologías a partir de la cuales lograrlo con éxito.
En este artículo analizaremos brevemente la evolución de la figura humana en las siguientes etapas: Prehistoria, antiguas civilizaciones, y profundizaremos más en la misma durante el periodo renacentista.
El Arte Prehistórico: La Pintura Rupestre
El término rupestre es sinónimo de primitivo. Por lo tanto, en un sentido estricto, rupestre haría referencia a toda actividad humana sobre las paredes de cavernas, covachas, abrigos rocosos e incluso farallones o barrancos, etc.
Dentro del arte prehistórico se encuentran incluidos también otros tipos de manifestaciones pictóricas como esculturas y petroglifos grabados sobre piedra mediante percusión o erosión.
Tanto el grabado, la escultura y la pintura rupestres se encuentran entre las manifestaciones artísticas más antiguas de las que se tiene constancia, ya que, al menos, existen testimonios datados hasta los 40.000 años de antigüedad, es decir, durante la última glaciación.
Los materiales que más se usaban para realizar estas obras eran el carbón vegetal y diferentes tierras de colores aglutinadas con agua o grasa de animales, como medula o huevo. Esto quiere decir que una forma del posterior temple de huevo ya existía durante esta época.
Las primeras formas de dibujo de figura humana conocidos se encuentran en Francia y Australia. En Francia se encontró un dibujo de un hombre, una figura representada por un palo, que se puede observar en el Eje del Hombre Muerto (15.000 a.C.) en la cueva de Lascaux, en Dordoña.
Por otra parte, en Australia Occidental, en la región de Kimberley, conocida como Los Bradshaws, se encontraron unas figuras de palo (de hasta 6 pies de altura) dibujadas en finos detalles con proporciones anatómicas precisas.
A pesar de que los animales se dibujan de una manera bastante realista, las imágenes de seres humanos siguieron siendo no naturalistas, hasta la era mesolítica (6.000 a.C.).
El hecho que los dibujos de figuras de palo hayan sobrevivido es un milagro, y ello se debe en buena parte al hecho de que fueron dibujados en rocas.
Las Antiguas Civilizaciones y el dibujo de figura humana
En las primeras civilizaciones de la antigüedad, (Mesopotamia, Antiguo Egipto, Grecia, Persia, Roma) el arte pictórico también presentaba dibujos de figuras humanas. Estos dibujos muchas veces se realizaron en medios menos resistentes a la intemperie, como papiros o paneles de madera, por lo tanto, pocos han sobrevivido.
La escultura estatutaria y en relieve, son las únicas formas arte figurativo que sobrevivieron desde la antigüedad hasta nuestros días en grandes cantidades.
Sin embargo, aún nos quedan algunas muestras de pintura figurativa procedente de Roma y Egipto. Muestra de ello es la anterior imagen de un sarcofago del Fayum con un retrato mortuorio.
Gracias a estas pinturas del Fayum y otras pocas pinturas romanas realizadas en frescos y algunos textos de escritores como Platón, sabemos que la pintura figurativa avanzó increiblemente antes de nuestra era. Sin embargo, durante la edad media mucho del conocimiento que los artistas habían desarrollado y acumulado por siglos se perdió casi por completo.
Pasaron varios siglos antes que el conomiento del color, las técnicas de pintura, el dibujo y la anatomía fueran redescubiertos y reinventados por los pintores europeos.
Los grandes maestros del Renacimiento italiano como Leonardo, Miguel Ángel y Rafael, surgieron al final de este periodo de invención y redescubrimiento en el que los artistas recuperaron su capacidad de ejecución perdida durante el medioevo.
El Renacimiento Clásico y el dibujo de figura humana
La era del Renacimiento (1400-1600) representó el apogeo del dibujo como una forma de arte y del redescubrimiento del dibujo de figura humana.
Los aprendices de taller que trabajaban para pintores, orfebres y escultores, aprendieron los fundamentos del dibujo al trabajar con punta seca y punta metálica en tabletas de cera, para luego pasar a utilizar medios más caros como tiza o carbón.
En el cinquecento (siglo XV) ocurrió la etapa culminante de la pintura renacentista, denominada a veces como <Clasicismo>. En esta etapa, los pintores asimilaron el aprendizaje y la experimentación del periodo cuatrocentista y los llevaron a niveles superiores de creatividad.
Justo en este momento aparecen grandes maestros, cuyo trabajo servirá de modelo a muchos artistas durante siglos.
Algunos de estos maestros son: Leonardo, Miguel Ángel y Rafael. Estos tres artistas hicieron dibujo a un nivel superior y respetable, ya que hasta ese momento se consideraba un trabajo de diseño meramente preparatorio o se usó simplemente para grabar y copiar obras de arte terminadas, incluidas pinturas y estatuas.
Principales Exponentes Renacentistas del Dibujo de Figura Humana.
Leonardo da Vinci. (1452-1519).
Leonardo da Vinci fue uno de los grandes genios de todos los tiempos. Fue un artista multidisciplinario, intelectual y obsesionado con la perfección.
Realizó una gran cantidad de dibujos detallando músculos, tendones y otras características anatómicas. Se esforzó por representar la naturaleza universal del hombre.
Entre sus dibujos destacó el interés por la fisonomía, la capacidad para reflejar la forma de las distintas emociones y las expresiones gestuales del ser humano por ejemplo: la risa, el miedo, la ferocidad, el llanto, etc.
Leonardo no se conformó con dibujar el exterior de la figura humana, quería saber cómo funcionaba por dentro.
En el siglo XVI, la peste Negra plagó Europa, y el artista aprovechó al máximo diseccionando tantos cadáveres como pudo. Por ejemplo, dibujó con precisión un embrión humano:
Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564).
Aunque Miguel Ángel fue principalmente escultor, también fue un prolífico dibujante y exponente del arte figurativo. Pintaba esporádicamente, a petición de algunos admiradores de sus obras.
En su obra cobra mucha importancia el desnudo masculino. Realizó numerosos estudios preliminares para sus dos esculturas de obras maestras, Piedad (1498–1499) y David (1501–1504), así como copias de bocetos de su fresco histórico de Génesis (1508-12) y el fresco del Juicio Final (1536-41), pintada en el techo y en la pared del altar de la Capilla Sixtina.
Los otros dibujos de Miguel Ángel con obras en pluma y tinta, pluma y lavado, carbón y tizas rojas y negras.
Su dibujo Tityus (1533) fue un regalo y uno de los primeros dibujos en considerarse una obra de arte por derecho propio.
Rafael (Raffaello Sanzio) (1483-1520).
Rafael Sanzio completa la tríada de genios del clasicismo. La pintura de Rafael buscaba ante todo la gracia o belleza equilibrada y serena.
Sus Madonnas recogen las novedades de Leonardo en lo que se refiere a composición y claroscuro, añadiendo una característica dulzura. Anticipa claramente la pintura manierista en sus últimas obras.
Rafael, otro maestro de la anatomía humana, comenzaba a dibujar su figura con un dibujo inferior con una pluma. La punta afilada de este instrumento dejaba impresiones débiles en la superficie del papel. Luego dibujaba con tiza roja sobre las impresiones cuando estaba satisfecho con el contorno.
Un ejemplo de su mencionada técnica de dibujo es su estudio sobre la Madonna del Alba:
Muchos de los dibujos de Rafael están terminados en alto grado con reflejos blancos y sombreados.
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