Pintar Retratos con Métodos de Lucian Freud
Lucian Freud fue uno de los artistas más reconocidos de la segunda mitad del siglo XX, un maestro moderno de la figuración. Representó a sus modelos sin idealizarlos, enfatizando las características sexuales y las imperfecciones de un cuerpo humano. Incluso describía la condición mental de sus modelos.
Su técnica de retrato es hasta la fecha admirada y reproducida por artistas de distintas edades y estilos.
En esta oportunidad te hablaré de métodos aplicados por Freud para pintar retratos, y cómo estas se relacionan con su paleta, colores, modelos y temática de sus obras.
Freud y la expresión de sus Modelos
Freud siempre mezclaba sus pinturas en una paleta de mano. Cuando pintaba a sus modelos en su estudio, se acercaba a ellos lo más posible y los miraba muy intensamente. En seguida procedía a mezclar los colores hasta obtener el color adecuado para trazar una o dos pinceladas en el lienzo. Una vez que realizaba los trazos limpiaba el pincel. Esta serie de pasos la repetía una y otra vez.
Este lento proceso fue la forma en la que construyó su estilo. Además también fue un aspecto muy importante para Freud, ya que le permitía encontrar aspectos que quizás no había observado antes. Así la acumulación de diferentes expresiones influyó en el acabado de su pintura.
Freud consideraba que la capacidad más importante que un pintor debe desarrollar es la capacidad de observación. Consideraba que la observación atenta y sostenida por largos periodos de tiempo es lo que permite a un pintor construir grandes obras.
Freud siempre pintaba escenas del natural. Por lo tanto, muchos de sus cuadros requirieron de largas sesiones de poses para sus modelos. Las mismas podían durar semanas o incluso meses.
A menudo pintaba a sus modelos vistos de frente, a corta distancia o desde un ángulo oblicuo.
Al momento de pintar, Freud prefería estar de pie mientras se acercaba a su modelo desde diferentes ángulos. Este método de trabajo es evidente en muchas de sus pinturas, particularmente aquellas en las cuales la perspectiva varía en diferentes partes del cuadro. Un ejemplo de ello es The Pearce Family, (1998).
Muchas de sus pinturas muestran gente leyendo, tumbada en un sofá o durmiendo. Un ejemplo de estas obras es la de Annabel Sleeping (1987-1988).
La Luz en los retratos de Freud
Freud prefería pintar retratos y figura humana en su estudio utilizando tanto luz del día como luz artificial. Para sus pinturas diurnas usaba la luz de una ventana, incluyendo una ventana de techo. Una vez que comenzaba un cuadro en la mañana, continuaba las sesiones durante la mañana. De la misma manera si iniciaba un cuadro de noche lo continuaba durante la noche. De esta manera lograba trabajar en varios cuadros al mismo tiempo y con un mismo tipo de iluminación.
Para la iluminación en sus obras pintadas de noche utilizó bombillas de muy alto voltaje que le permitieron observar perfectamente cualquier detalle.
Freud y los Colores
En cuanto a los colores utilizados en su paleta, Freud solía decir “Me gustan todos los colores que se encuentran en el petirrojo europeo, el ave nacional británica”. Esta afirmación es en realidad bastante acertada, ya que dicha ave presenta en su plumaje colores marrones muy suaves, grises y verdes.
Nunca estuvo interesado en los colores primarios y nunca jamás utilizó un color directo de un tubo de pintura.
Todos los colores que aplicó en sus obras fueron mezclados con los otros colores presentes en su paleta.
El color/pigmento más importante de su paleta era el blanco de plomo. Freud consideraba que este blanco da una apariencia a las encarnaciones pintadas que ningún otro blanco logra. Por lo mismo era el color más importante de su paleta.
El proceso de trabajo de Freud
Freud bocetaba sobre su lienzo blanco con lineas sutiles para posteriormente proceder a trabajar directo sobre el soporte.
Generalmente no hacía un entonado general, ni una grisalla monocromática previa. Sin embargo su método de trabajo si era a capas, solo que estaba muy sintetizado.
Observando las dos obras de Guy y Speck podemos analizar un poco de su proceso de trabajo gracias a que una de ambas fue abandonada recién al comienzo.
En la obra incompleta podemos ver como su uso del color carece de valores tonales muy claros o muy obscuros. En cambio en la obra terminada vemos tanto colores de valor tonal muy obscuro hasta colores de valor tonal muy claros. Analizando otras obras inconclusas de Freud podemos deducir que Freud empezaba sus cuadros en valores tonales intermedios, trabajando la totalidad del cuadro en una primera fase en medios tonos. Posteriormente realizaba acentos de luces intensas, reflejos altos y sombras profundas.
En cierta forma su primera aproximación al cuadro fungía de primera mano y después colocaba acentos finales superficiales.
Sus medios técnicos y materiales
El principal medio utilizado por Freud fue la pintura, aunque el dibujo y el grabado también fueron aspectos importantes de su obra.
Freud fue técnicamente experimental y utilizó muchos materiales a lo largo de su carrera incluyendo madera contrachapada, lienzo, papel de trazado, papel Ingres, óleo, carbón, tinta, acuarela, conté, lápiz, tiza, barniz e incluso, en sus comienzos pintura de casa a base de aceite.
El dibujo también fue una característica importante de la obra de Freud. Este utilizaba cuadernos de bocetos para hacer dibujos preliminares. En sus primeras obras se preocupaba más por el uso de la línea para representar a su sujeto; sin embargo, en su trabajo más maduro, donde usaba grandes pinceles y trabajaba en lienzos más grandes, la figura se representa a través de la forma, la luz y la sombra en lugar de la línea.
El grabado por otra parte, también fue uno de los medios preferidos que Freud utilizó intermitentemente en sus inicios y al que volvió en los años 80. Al igual que con sus pinturas, a menudo dibujaba directamente sobre la plancha de grabado mientras el modelo se sentaba delante de él.
El estilo de Freud a través del Tiempo
El estilo de pintura de Freud evolucionó con el tiempo. Sin embargo permaneció siempre prendado por la figura humana a lo largo de su carrera.
Sus primeros trabajos en los años 50 fueron más pequeños, lineales y planos. Estos de caracterizaban principalmente por la nitidez en el contorno y su uso del color liso. Este tipo de pintura le otorgó reconocimiento en un principio, más el no se encontraba satisfecho con la misma.
Más tarde en su carrera, abandonó su primer estilo y utilizó lienzos más grandes. Incluso cambió los materiales que utilizaba para pintar, cambiando de los pinceles de marta (utilizados para el trabajo con pintura aguada) a brochas de pelo de cerdo (utilizadas para trabajar con pintura empastada). Los pinceles de cerda le permitieron aplicar la pintura directamente sobre el lienzo vertical en trazos gruesos, técnica conocida como impasto. Ello cambió radicalmente su forma de pintar.
En las obras en las cuales aplicó la técnica del impasto, la pintura es más expresiva. Esto se debe a que dicha técnica hace que la textura de las pinceladas sea más visible en el lienzo.
Por otra parte, el cambio en sus técnicas, no solo modificó su estilo de pintura, también influyó en la temática y en el enfoque de sus obras.
Freud y La Figura Humana
A lo largo de su carrera Freud estuvo interesado en la figura humana. A medida que su pintura se desarrollaba, su escrutinio del cuerpo y sus condiciones materiales se intensificaban: la textura y la paleta de la piel, la forma del músculo y el tendón, pero también la capacidad del cuerpo retratado para evocar el estado de ánimo y la experiencia.
Freud continuó persistiendo la representación de la figura humana en su forma totalmente corpórea cuando la figuración se había vuelto anticuada, cosa que en cierto momento de su carrera la ganó muchos enemigos. Sus figuras totalmente corporales reflejaban su fascinación por la forma humana. Además, dichas figuras generalmente no estaban proporcionadas. Algunos rasgos como las manos o la cabeza estaban más exagerados.
La Psicología en las Pinturas de Freud
Freud a lo largo de su carrera no expresó ningún interés en las teorías de su abuelo Sigmund Freud sobre el psicoanálisis. Sin embargo, se han realizado muchas asociaciones entre su trabajo y el de su abuelo. Especialmente en lo que respecta a su preocupación por expresar la naturaleza psicológica de la persona.
A lo largo de la historia, los artistas, y quizás el pintor más famoso, Rembrandt, han considerado los autorretratos como un mapa visual de su psique. Son una ocasión para la introspección extrema, una oportunidad para reflexionar sobre el significado de la vida, el paso del tiempo y el enfoque de la muerte.
La insistencia de Freud en la persona o modelo que estaba pintando y el tiempo que tardaba en completar un trabajo sugiere que la pintura era una forma de conocer a su modelo. Así como también era un proceso que le permitía revivir a ese modelo a lo largo del tiempo.
Incluso su estilo ha sido descrito como "psicológicamente penetrante", ya que siempre se interesó en meterse bajo la piel de su sujeto. Aunque también se podría argumentar, dado que existe una similitud con el tratamiento de todos sus temas, que sus pinturas no reflejan una visión de sus temas individuales, sino mas bien son un reflejo de sí mismo.
Muchas de las obras de Freud, incluso sus pinturas de plantas, perros y caballos, pueden ser descritas como retratos en los que se evoca no sólo una representación del sujeto sino de su carácter.
Si deseas seguir profundizando en el tema de los retratos de Lucian Freud, puedes leer el siguiente articulo:
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Consejos para fondear cuadros con figura humana o retrato (primera parte)
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