Conoce los Autorretratos de Rembrandt
Rembrandt es uno de los pintores con mayor cantidad de autorretratos en la historia. Los autorretratos de Rembrandt narran los cambios en su rostro desde los 20 años, hasta su muerte a los 63 años de edad.
Estos autorretratos incluyen más de 30 pinturas, dibujos y grabados. Todos ellos realizados durante aproximadamente 30 años, a partir de la década de 1620 hasta el año de su muerte. Hoy te hablaré del significado oculto dentro de algunos de ellos y otros aspectos de su valor; además te presentaré algunos de los más representativos.
Autorretratos de Rembrandt: ¿Cómo los hizo?
Rembrandt utilizó espejos para pintar sus autorretratos. Es por ello que en los dibujos y pinturas sus características reales se encuentran invertidas. Se dice que esta es una de las razones por la cual las manos muchas veces se omitían en las pinturas.
En cuanto a sus grabados, por el proceso de impresión se creaba una imagen invertida, que hacía que la imagen vista en el espejo quedara al finalizar el proceso de grabado en la posición natural.
Por otra parte utilizó la técnica de impasto para lograr distintos efectos en sus pinturas. Particularmente, es en los autorretratos de Rembrandt donde vemos como exploró libremente este aspecto técnico y otros más. Puesto que los autorretratos de Rembrandt no eran encargos, los empleó como campos de experimentación y refinamientos de diversos procesos:
- Representar la piel arrugada y la textura de las superficies. Por ejemplo: joyas y telas.
- Acentuar los reflejos mediante el aumento de la iluminación de las superficies frente a una fuente de luz.
- Exageró las sombras en las superficies alejadas de la fuente de luz.
Los autorretratos de Rembrandt como autobiografía
Al observar y analizar los autorretratos de Rembrandt en conjunto es posible detallar tres etapas: joven, mediana edad y edad avanzada.
Joven
En esta etapa podrás ubicar las primeras pinturas de Rembrandt realizadas por él en la década de 1620. Éstas reflejan un joven cuestionador y centrado en su apariencia externa.
En este retrato, Rembrandt contaba con tan solo 23 años y ya podemos observar rasgos distintivos de su estilo. Por ejemplo, el característico tenebrismo del barroco; la luz brillante que impacta sobre su rostro mientras el resto del fondo parece disolverse en sombras. También se puede apreciar el realismo característico de sus pinturas en esta obra.
Mediana edad
Entre los retratos de las décadas de 1630 – 1640 podrás observar a un pintor de mediana edad confiado, exitoso e incluso ostentoso. El estilo de estos autorretratos de Rembrandt es similar al de algunos pintores clásicos, como Tiziano y Rafael, a quienes admiraba mucho.
Rembrandt en esta pintura se retrató con un perfil de tres cuartos. Observa con atención que en esta pose logra hacer contacto visual con el espectador. Si detallas el cuadro verás que su mano izquierda se encuentra metida en el pecho de su costosa y elaborada chaqueta.
Su atuendo es un traje del siglo anterior. Lo utilizó como una forma de alinear su pintura con el estilo de los retratos del Renacimiento. Su apariencia acomodada y aristocrática refleja también su aspiración en cuanto a sus medios económicos.
Otro detalle muy característico en sus obras reflejado aquí es la iluminación dramática, aportando una especie de teatralidad a la obra.
Edad Avanzada
Durante las décadas de 1650 y 1660 detallarás a un Rembrandt que profundiza sin restricciones en las realidades del envejecimiento. En estos autorretratos utilizó una pintura de empaste espesa de una manera tanto fluida como áspera. Durante esta etapa de su vida realizó las pinturas más perspicaces, contemplativas y penetrantes de su cuerpo de trabajo.
Esta pintura es bastante única entre todos sus autoretratos. La característica de esta obra es que el se retrata a sí mismo en una pose completamente frontal, pose muy poco característica en la pintura de retratos.
Las únicas personas que generalmente se han a retratado de forma completamente frontal son Reyes o Duques. En consecuencia, observando el tipo de ropa que lleva puesta, la silla en la que esta sentado y la vara que sostiene en la mano, Rembrandt parece retratarse a si mismo como una especie de Rey.
Claramente esta pintura tiene un mensaje de fondo que no es accidental. El se presenta a sí mismo como Rey de la pintura. Esta es una atribución lógica para una persona que llevaba 40 años de su vida dedicado a la pintura.
Este uno de los dos autorretratos pintados en los que Rembrandt se gira a la izquierda. Fue terminado hacia el final de su vida. Una característica impresionante de este retrato es que Rembrandt se muestra a sí mismo como volviéndose pintura o como disolviéndose en la pintura.
La divertida historia detrás de esta pintura es aclarada por la anciana que se cuela desde el lado izquierdo de la composición. La historia cuenta que Zeuxis, un pintor de la antigüedad se reiría hasta la muerte después de recibir el encargo de pintar a una anciana como diosa del amor. Su sonrisa evidente muestra en este autorretrato esa representación.
Autorretratos de Rembrandt en grabado
Este es el primero de los autorretratos de Rembrandt “oficiales” realizados en grabado.
La pose de Rembrandt en este autorretrato se basa en obras de Tiziano y Rafael: A Man with a Quilted Sleeve (1510) y Portrait of Baldassare Castiglione (1514-1515) respectivamente.
Este también es uno de los grabados “oficiales”. En el Rembrandt se encuentra dibujando en una plancha de aguafuerte, lo que hace que sea uno de los autorretratos de Rembrandt menos posados.
Autorretratos de Rembrandt en dibujos
Al día de hoy, la cantidad de autorretratos de Rembrandt en dibujo que han sido aceptados como “oficiales” es mucho menor. Son pocos, pero todos los dibujos son considerados como obras de arte individuales. Además, ninguno de ellos fue un estudio preliminar para una pintura o grabado.
En este dibujo un Rembrandt joven se autorretrata con la boca abierta. Además enfatiza lo que se convertiría en el rasgo más dominante y desvergonzado de todos los autorretratos de Rembrandt: la nariz.
Este autorretrato es único entre los más de 30 realizados por Rembrandt. En él se retrata con una camisa abierta, un atuendo catalogado como altamente informal.
Por último, este dibujo parece estar trazado en gran parte comenzando desde arriba hasta abajo, sin afilar la tiza.
Los autorretratos de Rembrandt en el mercado
Los autorretratos de Rembrandt no solo representaban un viaje personal e introspectivo para quien los dibujaba, también constituía un negocio monetario. Inclusive existía un mercado exclusivo de autorretratos en los que los artistas se beneficiaban vendiendo sus obras.
Los autorretratos de artistas conocidos eran populares entre los consumidores de la época. Entre los que los coleccionaban se incluían no sólo a la nobleza, la iglesia y los ricos, sino a personas de todas las clases sociales.
Rembrandt practicaba su arte para transmitir diferentes expresiones. Era capaz de satisfacer a los consumidores al mismo tiempo que se promocionaba como artista.
Los autorretratos de Rembrandt en pinturas, grabados o dibujos fueron comprados en su mayoría por coleccionistas. Solo unas pocas pinturas permaneció en su familia después de su muerte.
La universalidad de los autorretratos de Rembrandt
Rembrandt era, aparte de un excelente artista, un observador agudo de la expresión y la actividad humana. Aprovechando esta característica centró esa mirada en sí mismo tan intensamente como en los que le rodeaban. Generó así una colección única y vasta de autorretratos que muestran su virtuosismo artístico y su profunda comprensión por la condición humana.
Los autorretratos de Rembrandt dan crédito al refrán de que "lo más personal es lo más universal", ya que hablan con fuerza a los espectadores. Este aspecto se manifiesta aún a través del tiempo y el espacio, invitando no sólo a mirarlos de cerca, sino también a ti mismo.
En conjunto, los autorretratos de Rembrandt dan una imagen notablemente clara de las diferentes etapas de su vida. En ellos revela su apariencia y su composición psicológica, pero lo que se ve reflejado principalmente es el paso del tiempo sobre sí mismo.
Rembrandt pintó estos autorretratos durante toda su vida. Asimismo, lo ayudaron a avanzar en su carrera y a dar forma a su imagen pública.
Incluso para el reconocido historiador de arte Kenneth Clark, Rembrandt destacaba. Indicó que Rembrandt hizo del autorretrato un medio importante de autoexpresión artística, además de convertirlo en una autobiografía.
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