Dibujar con carboncillo: Materiales, herramientas y métodos de trabajo
Dibujar con carboncillo es una de esas cosas que simplemente no podemos evitar cuando empezamos a adentrarnos un poco más en el terreno del dibujo artístico. El carboncillo es una de las primeras herramientas específicas con las que se experimenta en cursos y clases introductorios referentes al dibujo y a las artes pictóricas.
Fácil de conseguir -hoy en día incluso lo podemos encontrar en formato de lápiz- pero no así de manejar, dibujar con carboncillo requiere un cierto manejo propio de la técnica para producir resultados satisfactorios.
Por supuesto, como en muchos casos dentro y fuera del terreno artístico, quizás al principio resulte complicado, pero con la asimilación a través de la práctica, al final puede convertirse en una de tus herramientas de trabajo predilectas.
En realidad, el carboncillo es una herramienta con la cual es posible trabajar de manera muy intuitiva. Es sumamente útil, por lo que lo conoceremos mejor en esta publicación para que puedas utilizarlo en tus propios proyectos y crear obras cada vez de mayor calidad.
¿Qué es el carboncillo?
Primero que nada, el carboncillo tradicional es un medio artístico suave y quebradizo. En su forma más simple es madera quemada lentamente. Este tipo de carboncillo es hecho mediante un proceso en el cual simplemente se elimina el oxígeno dentro del material durante su producción.
Hoy en día podemos encontrar carboncillos hechos de carbones de madera y otros materiales finamente molidos que se mantienen unidos por un tipo de goma/pegamento o cera a modo de aglutinantes.
Como comentábamos al inicio, es una de las herramientas predilectas en las artes visuales por su versatilidad, ya que su textura áspera deja marcas menos permanentes que otros medios con los que se trabaja. Esto le permite ser re trabajado de múltiples formas durante el proceso creativo.
Características del carboncillo
El carboncillo puede producir líneas intensamente oscuras, que son fáciles de borrar por su composición, aunque esto puede significar también un mayor riesgo de dejar manchas accidentales a la hora de trabajar con él.
Como un medio de tipo seco, puede ser aplicado en casi todo tipo de superficie, desde superficies lisas hasta muy rugosas.
Generalmente, para trabajar de manera más fácil con él y para finalizar un trabajo hecho con carboncillo, se utilizan fijadores especializados para solidificarlo y prevenir que se borre o se despinte al contacto. De esta y otras herramientas hablaremos más adelante.
Pero primero, te compartimos algunos de los tipos de Carboncillo más comunes que existen, pues aunque el de vid de uva es el mejor conocido, hay otros más.
Carboncillo de sauce o nogal
El carboncillo de sauce o nogal lo podemos encontrar en barras largas. Es el carboncillo más frágil, aunque en general no tienes que presionar mucho para hacer dibujos con carboncillo.
Este tipo, sin embargo, resulta más ideal para hacer bocetos rápidos cuando estás intentando representar algo en el momento, por ejemplo, cuando se trata de dibujo con modelo, especialmente en poses de corta duración.
Al ser tan delicado (se puede aplastar fácilmente entre dos dedos) no conseguirás tonos tan oscuros como con otros tipos de carboncillo. Si vas a usarlo para hacer un dibujo más pulido, resérvalo para los tonos más suaves.
Carboncillo comprimido
El carboncillo comprimido tiene una estructura muy similar a la de los pasteles. Se trata de carbón en polvo que ha sido mezclado con un aglutinante de goma o cera. Es un tipo de carbón considerablemente más duro que el de sauce, que puede mantener su forma al dibujar. Por eso, es ideal para los detalles en un dibujo a carboncillo con líneas finas y texturas.
Carboncillo en polvo
Tanto el carboncillo de sauce como el comprimido vienen en forma de barra y puedes sostenerlos con la mano. El carboncillo en polvo es... bueno, como te lo imaginas: está pulverizado.
Para usarlo necesitarás tener un pincel o un trapo a la mano, y si de por sí con el carboncillo en barra es fácil ensuciarse al trabajar, con esta variedad está asegurado que ha de suceder, así que prepárate.
Esta modalidad de carboncillo ha sido empleada como pigmento en múltiples técnicas a través de la historia del arte. Se ha empleado en técnica de óleo, temple y otras como cualquier otro pigmento.
Especialmente el negro de carboncillo ha sido empleado para mezclar tonos de verdaccio en pintura de tonos de piel.
Carboncillo en lápiz
Consiste en carboncillo comprimido sellado en una funda de madera. Están diseñados para ser similares a los lápices de grafito, mientras que a la vez mantienen las propiedades del carboncillo. Comúnmente son utilizados a la hora de trabajar de manera muy minuciosa y detallada, manteniendo también las manos del artista sin mancha.
Otros utensilios a tener en cuenta en el dibujo a carboncillo
Muy probablemente vas a necesitar más que un tipo de carboncillo para lograr el resultado deseado en las obras que planeas desarrollar con esta técnica.
Todas las anteriores son herramientas recomendables, aunque en determinado momento, tu proceso creativo será el que determine si son indispensables para ti o no.
Aparte del tipo de carboncillo que emplees hay otros elementos que influyen en el resultado de tus trabajos con carboncillo. Ellos son los siguientes.
Papel
La mención del papel es casi obvia, pero cabe aclarar que es mejor elegirlo concienzudamente. Idealmente, querrás elegir un papel con algo de textura (como el de los cuadernos especiales para dibujo), que incluso sea perceptible al tacto. No es que una textura más lisa, como la del papel bond, no te sea de utilidad, pero para un dibujo final un papel con cierta textura nos ayuda a que más del carboncillo se quede en el papel y por tanto lograras con ellos mayor riqueza tonal.
También, es recomendable que sea un tanto grueso para poder detener y posteriormente fijar todas las capas de carboncillo.
Goma Blanca
El carboncillo es un poco latoso en el sentido de que puedes acabar manchando más de lo que quieres cuando aún no te acostumbras al medio. Por lo tanto, si trabajas en un dibujo casi terminado, sobre todo en dar detalles, seguro querrás borrar algunas líneas o manchas que estén de más y para esto puedes usar goma de vinilo.
Goma moldeable / borrador amasado
Para dibujar con carboncillo, una goma moldeable es otra buena herramienta. Este tipo de goma parece masa, y de hecho, también es suave. Puede ser estirada en todo tipo de formas, haciendo fácil el dar toques ligeros al papel para recoger el polvo del carboncillo.
Hay una técnica muy conocida para utilizar la goma moldeable en el dibujo a carboncillo que lleva por nombre “dibujo reductivo”. En este estilo de dibujo, se utiliza el borrador para retirar el polvo y así construir formas. Esto resulta muy útil sobre todo al trabajar con las luces.
Un dato interesante para aquellos que nunca antes han utilizado este tipo de goma es que para limpiarla, uno simplemente lo “jala” a trozos y le reincorpora amasando hasta que vuelve a su color gris natural.
Esfumino/Difumino (Tortillon en francés)
Otra herramienta muy conocida en el dibujo. El esfumino o tortillon, es otro utensilio con el cual, valga la redundancia, puedes difuminar o degradar tu carboncillo sin tener que ensuciarte las manos. Por lo general está hecho de papel enrollado y no sólo lo puedes utilizar para dibujar con carboncillo sino también con crayón conté y lápiz.
Tiza / pastel blanco
La tiza o el pastel blanco ofrecen otra manera de definir y resaltar las luces de tu dibujo. Su composición es similar a la del carboncillo comprimido y lo puedes encontrar en barra o en su forma de lápiz. En la mayoría de los casos, querrás usarlo para acentuar.
Gamuza/Tela
Si prefieres mantener tus manos tan limpias como sea posible, puedes utilizar gamuza de piel natural (del tipo que venden en las tiendas especializadas de dibujo y arte) o alguna tela para hacer tus difuminados de dibujo a carboncillo. Ambos son lavables por supuesto, y la tela tiene la ventaja de no ser de origen animal. Sólo piensa en la textura de la gamuza al buscar una tela similar.
Para estos fines, puedes utilizar también torundas de algodón o incluso pañuelos y/o toallas de papel. Todo depende de ti.
Fijador
El fijador es esencial a la hora de dibujar con carboncillo, ya que una de las grandes desventajas de este es que no se adhiere permanentemente a la superficie de dibujo por si solo. Algunas partículas, sin importar lo que hagas, se caerán del papel.
Así que usa el fijador para resolver este problema. Hay de dos tipos, con uno se puede seguir trabajando y el otro, que es para sellado final, este último no es recomendable utilizarlo si aún estás pensando en cambiarle algo a tu obra. Es solo para trabajos terminados.
También es recomendable utilizarlo en áreas bien ventiladas por su fuerte olor y composición.
El fijador tradicional para la técnica de carboncillo es la caseína y a la fecha sigue siendo el mejor fijador que hay para esta técnica pues nunca decolora ni pierde fuerza.
Dibujar con carboncillo
A muchos artistas nos gusta dibujar con carboncillo por sus líneas ricas en color y el sombreado que produce, aunque lo cierto es que su oscuridad puede ser difícil de manejar. Los principiantes que empiezan a dibujar con carboncillo suelen usar demasiada presión al aplicarlo sobre el papel, así, de manera accidental pueden dejar marcas que no se pueden suavizar o borrar fácilmente.
Para que esto se vea disminuido a la hora de empezar a dibujar con carboncillo, diversos artistas e instructores de dibujo, como Allison Maletz, empiezan sus clases de dibujo a carboncillo con un ejercicio de escala de grises, así, el estudiante puede desarrollar un toque más sensible, delicado y moderado con su mano.
Es recomendable, pues, que los principiantes utilicen el el carboncillo para crear una escala que muestre las tonalidades desde el negro hasta el blanco.
Pero eso no es todo: más que crear la escala en orden, se recomienda rellenar la parte más oscura, la más negra, y entonces brincar hacia el centro o la mitad de la escala, creando ahí un gris medio. Posterormente, se puede ir trabajando desde el centro hacia atrás ( o sea, en dirección hacia el negro) y luego hacia el blanco.
Al trabajar de esta manera, es menos probable que se termine con una escala desbalanceada, saturada de valores oscuros y también se gana control de los valores más luminosos. El mismo concepto podrá ser aplicado cuando se trate de un dibujo.
Te recomendamos intentar este ejercicio, así tus dibujos hechos con la técnica del carboncillo tendrán cada vez mayor calidad y más riqueza de valores tonales. Adicionalmente, cuando estés lista para empezar a dibujar una obra como tal, ten en cuenta estos 7 consejos fundamentales.
Consejos fundamentales para dibujar con carboncillo
1) Encuentra la esencia
Encontrar la esencia de nuestra obra y mantenerla como lo principal de esta es algo necesario no sólo a la hora de dibujar con carboncillo sino al crear cualquier obra de arte.
Cuando creamos una obra, necesitamos establecer sobre qué es nuestra imagen y que es lo que queremos decir con ella. Una vez que has determinado la idea principal o la esencia de tu trabajo, todo lo que hagas desde ese punto en adelante, todos los detalles y demás elementos que incluyas o dejes fuera, deben trabajar para fortalecer ese aspecto de la obra.
No importa si es un dibujo abstracto, el punto es que hay algo que quieres expresar o lograr con tu dibujo.
2) Aprende la importancia del valor tonal
En las artes visuales se escucha mucho hablar sobre el valor tonal, aun así puede resultar un concepto confuso. A lo que nos referimos aquí con “valor” es a un paso entre el blanco y el negro, en un rango del 1 al 10, donde 1 es el blanco y 10, el negro. De esta manera, un 5 o un 50%, es un gris medio, justo entre el blanco y el negro. Toda imagen está compuesta de valores (sombras o luces) sin importar el color.
Aquí vemos nuevamente la relevancia del ejercicio que recomendamos al inicio de esta sección de la publicación.
Para ayudarnos, hay quienes recomiendan que trabajemos desde el centro hacia afuera, manteniendo tu color oscuro más oscuro (las sombras) no más oscuras que un valor de 6 o 7, y tu color más claro (todo aquello que esté en la luz) en un valor de 3 o 4.
En cuanto a lo que es más oscuro o luminoso que eso, piensa en los acentos oscuros y en los brillos o luces más luminosas como gemelos que viven en diferentes vecindarios. No son el elemento más importante de tu imagen, sino que sirven al todo que es tu imagen.
3) Usar la jerarquía del valor
Se suele decir que una imagen exitosa es aquella que se puede leer fácilmente y que tiene el poder de tocarte emocionalmente.
Esto es igual al dibujar con carboncillo, pese a que se trate de un dibujo hecho, básicamente, con diferentes valores en una escala de grises.
Usar los valores o el tono y asignarle diferentes áreas a tu dibujo para tonos más oscuros o menos oscuros puede ser una herramienta bastante útil.
Con esto, a través de la jerarquía de valores, puedes permitirte dirigir la mirada del espectador a observar lo que tu quieres que observen primero.
4) Trata de simplificar al observar y trabajar
A veces, cuando estamos observando lo que sea que estemos dibujando, hay un montón de información entrando por la puerta de nuestros ojos y, una imagen saturada de detalles innecesarios, puede echar a perder el efecto que queremos lograr en la obra. El objetivo en este caso es simplificar y editar.
Dar una mirada casual, incluso hacer que veamos un poco borroso apretando los ojos o quitándonos los lentes, desenfocará los valores de la imagen y nos ayudará a ver una versión más simplificada de lo que estamos observando.
Esto también nos ayuda a ver formas simples más fácilmente y de manera clara. Acertar en estas formas simples también ayuda en general a percibir mejor la esencia de la obra.
5) Explora líneas delgadas y gruesas
Al dibujar con carboncillo utilizar líneas gruesas y delgadas es una idea interesante y necesaria. Muchos artistas, sin embargo, suelen olvidarse de los beneficios que puede tener el aplicar esto adecuadamente en sus obras.
En un dibujo a carboncillo, si toda línea tiene el mismo grosor o se dibuja utilizando la misma cantidad de presión, terminará luciendo como un dibujo de un libro para colorear y se puede percibir como bastante monótono y aburrido. Utilizar líneas delgadas y gruesas en tu dibujo le da mucha más vida.
Y como hacer esto a grandes rasgos? Bien pues, la regla por defecto es que las líneas que estén “por encima” de las cosas son más delgadas, pues la luz les está pegando y las líneas debajo de los objetos pueden ser más gruesas ya que normalmente las sombras se asientan ahí. ¿Bastante simple, cierto?
6) Usa un guante
Este es otro detalle que parece poco importante hasta que te das cuenta de que has manchado tu dibujo y no sólo con el carboncillo, sino con tu mano como tal.
¿Sabías que en tus manos hay aceites en la superficie que pueden dañar la pureza del papel u otro medio que estés utilizando y darte problemas a final de cuentas?
Dichos aceites en tu mano incluso pueden quedar adheridos al papel y repeler el medio con el que trabajas. Debido a que esto puede afectar especialmente a las obras hechas con la técnica del carboncillo, para resolver este problema es recomendable utilizar un guante o colocar otra pieza de papel debajo de tu mano para proteger tu trabajo.
7) Experimenta
Si bien algunos de estos consejos son bastante claros en cuanto a lo que es más recomendable hacer, tienes que ponerlos a prueba y decidir que te resulta más útil para trabajar. En el proceso de dibujar con carboncillo hay variaciones así como las hay en cualquier otra técnica de expresión artística.
Teniendo en cuenta esto, te podemos decir que es bueno que pruebes los diferentes tipos y presentaciones de carboncillo, que no temas usar la goma de borrar al dibujar con carboncillo y que no solo se puede empezar un dibujo en carboncillo desde el centro y hacia afuera, también hay otras mecánicas y tu mismo puedes encontrar la que más te acomode.
Puedes, por ejemplo, empezar con líneas, delimitando tu figura principal y otros aspectos del dibujo, entonces, puedes oscurecer todo el dibujo con carboncillo en polvo y de ahí, empezar a borrar dentro de tus líneas y a colocar los detalles, primero todo aquello que da sombras y luego todas las luces, hasta usar una tiza o pastel blanco.
Otra medida que se utiliza mucho en el dibujo en general es aquella en la que se trabaja de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda, en diagonal, para empezar a sombrear y detallar sin manchar el dibujo con la mano ya sea que estés trabajando con lápiz, carboncillo o entintando. En este caso, la dirección dependerá de si eres diestro o zurdo.
Supongamos que eres diestro: en tu caso, lo más recomendable sería que empezaras a rellenar desde la esquina superior izquierda hacia la esquina inferior derecha. Esto evita que apoyes tu mano en zonas donde ya has aplicado color y lo deteriores, lo manches o le restes definición a las líneas accidentalmente.
Esperamos que todos estos consejos básicos te sean de utilidad para empezar a utilizar la técnica del carboncillo y a sacarle provecho.
Aplicándote en ella y practicándola podrás tener cada vez mayor dominio y podrás plasmar al antojo de tu imaginación.