¿Qué es el dibujo?
Hablar sobre qué es el dibujo puede ser algo muy, pero muy largo si nos metemos a fondo entre los resquicios de las especificidades, técnicas, materiales, y demás aspectos que lo componen. Afortunadamente, hay manera de sintetizar y de acabar todos felices con una necesaria cantidad de información sobre este medio, considerado como la base de todas las artes gráficas por muchos.
El deseo de compartir esto viene de contribuir a que la gente tenga una idea diferente de lo que se trata el dibujar y facilitar el concebirlo como algo que va más allá de esta idea moderna de hacer contornos en un papel sin más.
No quiero imaginar qué pensarían los grandes pintores y dibujantes del pasado si uno les saliera con una definición tan simplona sobre qué es el dibujo, cuando desde sus inicios el dibujo ha estado imbuido no sólo de la propiedad de plasmar todo tipo de cosas en una superficie, sino también cargado de filosofía, significado y un mundo entero de simbolismo propio de un lenguaje que se abstiene de las letras.
Sobre esto y más se trata este espacio de aprendizaje para el dibujante aficionado, principiante, profesional y por supuesto ¡Para todo aquel con un poco de curiosidad!
Marco general
Entremos en materia. El dibujo como una creación artística formal suele ser definido como la rendición lineal primaria de objetos en el mundo visible, así como de conceptos, pensamientos, aptitudes, emociones, fantasías con forma visual, símbolos e incluso formas abstractas.
Esta definición, sin embargo, puede ser aplicada a todas las artes gráficas y técnicas que se caracterizan por un énfasis en la forma o figura más que en la masa y el color, como en la pintura.
Traducido al lenguaje de algunos diccionarios y su intento de explicar todo de manera super minimalista, al apoyarnos en ellos para investigar más a fondo qué es el dibujo el plano se vuelve aún más general y, francamente, empobrecido. Así, nos podemos encontrar con que a muy grandes rasgos al dibujo se le conoce como el acto de crear pinturas/imágenes con un lápiz o una pluma (u otro medio).
Efectivamente, resulta una definición demasiado austera en comparación, pero no podemos negar que es la más próxima a la mayoría de las personas.
También, las fuentes que proveen de información al respecto del dibujo suelen concordar en que este difiere del proceso de la impresión de gráficos, sobre todo en que existe una relación directa entre la producción y el resultado. Al dibujo, entonces, como parte de su definición se le considera el producto final de un esfuerzo sucesivo aplicado directamente al portador (conocido también como la superficie donde se trabaja).
Dicho esfuerzo puede ser aplicado de diferentes maneras, con una gran variedad de materiales y con muy diferentes fines, incluso la reproducción de obras. Aunque eso sí, cabe aclarar que pese a que el dibujo bien puede ser la base para dicha reproducción o copiado, el proceso es único por propia naturaleza. O lo que es lo mismo, no porque un dibujo se trate de una reproducción o copia deja de ser un trabajo original.
El dibujo y su historia
Aunque se considera que su consolidación como un arte en regla vino en el siglo XIV, fue en el siglo XV que el dibujo se acabó ganando el merecido respeto y se volvió algo significativo. O quizás deberíamos decir notable, logrando poco a poco el ser visto de manera distinta pues durante mucho tiempo si se le preguntaba a algún artista “¿Qué es el dibujo?” contestaría sin chistar que era un mero paso previo a la pintura.
Incluso en siglos posteriores no le fue fácil sacudirse esa definición, con todo y los avances que se hicieron.
Decimos que “se volvió significativo”, aclaro, por hablar de la sofisticación que adquirió en ese punto de la historia, pues si realmente quisiéramos hablar de significado esto empezaría mucho más atrás, los mismos dibujos encontrados en cuevas como la de Altamira y la de Lubang Jeriji Saléh ya eran verdaderamente significativos, pues hablan de nuestro legado evolutivo y el deseo de los primeros humanos por crear, de su deseo de llevar algo que estaba en su mente al terreno gráfico.
Albrecht Dürer y Martin Shohngauer son dos de los primeros artistas a quienes se les asoció con el dibujo, aunque ambos eran diestros también en el grabado y, curiosamente, hijos de padres orfebres.
No obstante, quizás la mayoría de nosotros ha tenido mayores oportunidades de presenciar el detalle de los dibujos de Miguel Angel o Leonardo da Vinci que son ampliamente famosos, pero todo fue parte de la misma mecánica del progreso artístico del dibujo del siglo XIV en adelante.
Historia, valor y significado
Los antiguos maestros del dibujo, aquellos que dieron forma a lo que es el dibujo en realidad, solían reflejar la historia del país de donde cada uno provenía y donde sus obras fueron producidas, así como las características fundamentales de dichas naciones propias de su tiempo. Por ejemplo, en la Holanda del siglo XVII, tratándose de un país protestante, prácticamente no había trabajos de índole religiosa y, sin tener un Rey o una corte, la mayoría del arte era comprado de manera privada. Ahí, los dibujos de paisajes y escenas de género eran vistos ya no como bocetos sino como trabajos artísticos de gran acabado.
Los dibujos italianos, sin embargo, muestran una gran influencia del Catolicismo y de la iglesia, que por supuesto jugó un papel importante en el patronaje artístico desde siglos atrás. Lo mismo suele ser cierto para los dibujos franceses, aunque en el siglo XVII, las disciplinas del Clasicismo francés se encargaron de brindar dibujos mucho menos barrocos que sus contemporáneos italianos más libres, los cuales transmitían una gran sensación de movimiento.
El siglo XVII llegó con un movimiento artístico fuerte y decidido, donde el dibujo se vio enriquecido por las manos de artistas como Jacques Callot, el muy reverenciado (y con justa razón) Peter Paul Rubens, Jacob Jordaens, Sir Anthony Van dyck, Hercules Seghers, Agostino y Annibale Caracci y el mismísimo Rembrandt, por mencionar algunos.
En el siglo XVIII, a la cabeza del arte francés se encontraban los logros de François Boucher, Jean-Honoré Fragonard, Hubert Robert, y Gabriel de Saint-Aubin, cuyos dibujos incluían estudios de la figura, obras de género y paisajes.
En Francia se utilizaba mucho la técnica à trois crayons, que literalmente significaba dibujar con tres colores de tiza: rojo, negro y blanco (todos colores de la llamada “paleta primitiva”, compuesta por los colores rojo, amarillo, negro y blanco).
Mientras que en Venecia, Giovanni Battista Tiepolo y familia se encargaban de concebir expansivamente dibujos a pluma, lavados con una brocha, logrando un estilo luminista como el que utilizó Francesco Guardi para sus estudios de paisajes y de escenas imaginarias.
A principios del siglo XIX, Francisco de Goya dibujaba con pincel y sanguina. Estos dibujos estaban muy asociados a su ciclo de trabajos en aguafuerte. Goya, a grandes rasgos, combinaba los efectos de luminosidad de Tiepolo con el impacto dramático del chiaroscuro de Rembrandt. También por aquel entonces apareció un artista cuya obra principal era la del dibujante y que vino a expandir aún más la concepción de lo que es el dibujo: el caricaturista y satirísta social inglés Thomas Rowlandson.
Fue en este siglo también que el Neoclasicismo idealista de Jean-Aguste-Dominique Ingres encontró una expresión ejemplar de linealidad estricta, y el dibujo a lápiz se convirtió en una forma absolutamente clásica. Todos llevaron cada vez más lejos el dibujo, lo utilizaron con todo tipo de materiales y medios, contribuyendo así al crecimiento del concepto que se tiene sobre lo que es el dibujo.
Ya en el siglo XX, el modernismo impulsó la “originalidad imaginativa” y el rechazo hacia la Academia, con lo cual la aproximación de algunos artistas al dibujo se volvió mucho menos literal y más abstracta.
¿Que de qué tipo de artistas hablamos? Pues tanto del mismísimo Picasso, como de Andy Warhol y Jean-Michel Basquiat, que dicho sea de paso, ayudaron a desafiar el status quo de las artes (y de la sociedad misma) manteniendo el dibujo muy cerca del núcleo de su práctica, siendo utilizado para re interpretar las técnicas tradicionales.
Los dibujos de Basquiat, por dar un ejemplo, fueron producidos en muchos medios diferentes, siendo los más comunes la tinta, lápiz, rotuladores/marcadores, pasteles al óleo, y dibujaba prácticamente sobre cualquier superficie que estuviera a la mano, como puertas, ropa, refrigeradores, paredes o en cascos de béisbol.
En suma, podríamos decir que se diversificó aún más el uso del dibujo, aunque curiosamente, pese a lo dinámica que se volvió su aplicación, la percepción de lo que es dibujo se quedó pasmada. Al tirar por calle lo ideales de la academia, mucho de valor también se fue con ello y entró en desuso.
El dibujo en el arte
Todos sabemos que el dibujo es muy importante en la pintura, y aunque no toda obra de arte ha sido precedida por un dibujo en la forma de un boceto preliminar (recordemos que había artistas como Caravaggio, quien es famoso entre otras cosas por no dibujar antes de pintar), podemos decir que es en efecto la base de todas las artes visuales y parte importante de otras artes plásticas. Lo cierto es que a veces es difícil percibirlo pues el dibujo queda integrado en el trabajo final o es destruido / dejado atrás en el proceso.
Ejemplos de esto hay muchos. La utilidad de los planos para construir los cimientos de un edificio que ha de ser erigido va decreciendo mientras el edificio va siendo terminado. También de manera similar, los puntos y las líneas marcados en un bloque de piedra representan dibujos auxiliares para la escultura que será labrada en el material. No obstante, podemos decir que este tipo de dibujos desde su concepción no tuvieron otra finalidad.
Ahora bien, hoy en día se considera que la gran mayoría de las pinturas son construidas con líneas y/o que al menos son previamente boceteadas en sus contornos principales y que solo mientras se progresa en la obra esta es consolidada en capas de color, aunque para con los términos artísticos y su definición de qué es el dibujo esto no es necesariamente siempre así.
Qué es el dibujo
Sólo piénsalo un poco: de entrada, al menos desde el renacimiento es seguro que el papel sobre el que se dibujaba era previamente entonado para no trabajar sobre un color blanco casi inerte, dando una coloración que también forma parte indefectible del resultado final del dibujo, pues se tenía en consideración dicho entonado incluso al colocar otro colores por encima.
¿Te has fijado como prácticamente ninguno de los dibujos de los grandes pintores y dibujantes del renacimiento, del periodo barroco o de periodos posteriores son empezados en una hoja blanca? pues es por esta razón (no es sólo que el papel sea antiguo o que la foto sea mala).
En el proceso del dibujo artístico también era común utilizar pinceles, tintas y manchas de color que incluian el uso de pigmentos, se utilizaban las gredas (básicamente, una forma de tiza mucho más primitiva), se podía dibujar con punta de plata y como olvidarnos del siempre famoso y confiable carboncillo, cuya suavidad permitia crear dibujos que parecian no haber tenido siquiera lineas de base, aparte, al utilizarlo en polvo o valiéndose de la facilidad de difuminarlo, se podían crear las manchas de color para alejar el fondo o las sombras de la figura a representar.
En cualquiera de los casos, el uso del carboncillo y tizas y otros medios supondría también la utilización de soluciones compuestas de varios ingredientes que les permitieran a estos medios permanecer adherido a la superficie del papel por largo tiempo, y… bueno ¿querías saber lo que es el dibujo, no? pues al menos desde la perspectiva del arte, el dibujo incluye todo esto y más en su repertorio. Por eso es que acabó rompiendo el molde del plano secundario.
Ruptura y Renovación
¿Y cómo es que modernamente esto no es más evidente? Pues el problema fue que con el paso del tiempo, estas diversidad de técnicas mixtas (presentes no solo en el dibujo, por cierto) se fue perdiendo y vino a ser reemplazada por ideologías que, a decir verdad, eran más bien puristas. De ahí en adelante se llegó a entender al dibujo como únicamente líneas y contornos, no como todo un proceso artístico como tal que culmina en una determinada representación y que también puede adquirir el carácter de obra maestra.
Afortunadamente, en las nuevas generaciones parece estar resurgiendo el interés por conocer el dibujo más a fondo. Quizás sea que los avances en la tecnología también han acercado a la gente a las artes y disparado un interés que yacía latente en ellos.
Si nos preguntas a nosotros, definitivamente es una buena idea indagar al respecto de qué es el dibujo y otros temas similares en el mundo del arte, sobre todo si se tiene un interés profundo, con miras a volverlo un modo de vida, ya que es un terreno vasto y del que, como podrás notar, se sabe menos de lo que se cree.
Apuesto a que si esto es algo que habías estado cavilando resulta de alguna manera reconfortante. Me refiero a saber que el dibujo está más presente en todo tipo de aspectos de la vida y que puede desembocar en tantos terrenos. Hasta las coronas de los reyes y la ropa que vestimos hoy en día fueron primero dibujos
Esto también lo han demostrado una creciente cantidad de descubrimientos e investigaciones: Hay dibujos que forman parte de la base material de las pinturas encontradas en murales, paneles y libros. Tales bocetos preliminares podían meramente indicar el contorno principal o podían predeterminar la ejecución final con detallada exactitud.
También pueden haber sido bocetos de sondeo o prueba. Esto era bastante común en el proceso de obras de grandes dimensiones y murales monumentales. Con sinopia —el boceto preliminar que se encuentra en su propia capa en la pared debajo del fresco— uno llega al punto en el que, un trabajo que a discreción de algunos sólo servía meramente como una preparación técnica, se convierte en un dibujo formal que expresa una intención artística.
Y por último...
Claro que si buscas definiciones más concretas para definir qué es el dibujo y con un sabor con menos matices las hay, y aunque como ya vimos difícilmente le hacen verdadero honor al asunto, también contribuyen a una comprensión más simple del tema. Es en este punto donde podemos encontrar las siguientes categorizaciones para el dibujo:
Artístico.
En este tipo de dibujo se expresan las ideas del artista, el cual se vale del uso de diferentes técnicas, como la perspectiva, y de una gran variedad de materiales, ya que existe una extensa cantidad de elementos para dibujar, siendo probablemente los más conocidos el carboncillo, el papel, la tinta, y los gises al pastel. Es del que hablamos más extensamente en esta publicación.
Técnico.
¿Y qué es el dibujo técnico? Este tipo de dibujo se utiliza para hacer representaciones de diferentes cosas tales como planos de arquitectura o dibujos topográficos.
El meollo del dibujo técnico es representar de la mejor forma posible, con la mayor exactitud, las dimensiones y la forma de un objeto determinado. Este tipo de dibujo es el que utilizan profesionales en las ramas de la ingeniería, arquitectura y geología entre otros. A su vez, el dibujo técnico tiene cuatro clasificaciones: natural, continuo, industrial y definido.
También se dice que de acuerdo con el objeto del dibujo, este puede clasificarse en:
- Dibujo de concepción
- Dibujo de definición
- Dibujo de fabricación
- Dibujo industrial
Estos datos son útiles y necesarios. Al menos, al hablar sobre qué es el dibujo no podíamos dejar de mencionar que también es frecuentemente utilizado en los terrenos de las profesiones antes mencionadas y sus vertientes, así como obviamente está presente en las ilustraciones comerciales, en la animación y prácticamente en cualquier situación o momento que requiera de una explicación o representación no verbal, ya sea esta para simplificar, para detallar o para expresar algo desde maneras figurativas y hasta de lo más abstractas.
Muchos artistas afirman que no es importante tener una gran habilidad para ser dibujante o pintor, sino que lo más importante es la capacidad de expresión.
Esto bien puede ser cierto, pues ciertamente cualquiera puede aprender a dibujar o a pintar, sin embargo, necesariamente debes experimentar, estudiar y desarrollar tus capacidades y habilidades como en cualquier otra cosa que te interese hacer. No te quedes sólo con una pequeña idea sobre lo que es el dibujo, la pintura o cualquier otra forma de arte que sea de tu interés.
En este caso, y sobre todo en cuanto al dibujo artístico se refiere, verás que acabas disfrutando del proceso y aprovechándolo ciento por ciento, pues investigar más a fondo te permitirá plasmar tus ideas cada vez con mayor facilidad, acercándote más y más a lo que verdaderamente quieres expresar valiendote de un montón de medios y herramientas.