
Esta vez te traemos una publicación sobre los pigmentos orgánicos y minerales que resultará de gran interés si lo que quieres es conocer más a fondo los pigmentos con los que puedes o y/o sueles trabajar en tus obras.
La variedad de pigmentos que existe hoy en día abarca una gran cantidad de rubros y mercados, incluso algunos tales como el de los cosméticos o el de la comida y por tanto es necesario conocer bien sus propiedades.
En el terreno de las artes podemos decir que hay diferentes niveles de aproximación, aunque podemos decir con seguridad que quien se involucra cada vez más con la pintura, acaba metiéndose de lleno en el mundo de los pigmentos y de crear sus pinturas de forma artesanal, ya sea para óleo, acuarela o el medio con el que más le guste trabajar.
En este punto, quizás sabremos que hay pigmentos que son más tóxicos que otros y seremos capaces de reconocer algunas de sus propiedades, sí, pero ¿Qué tanto más sabes acerca de los pigmentos que utilizas regularmente?
En esta publicación hablaremos a fondo sobre estos dos grandes grupos para conocerlos mucho mejor. ¡Acompáñanos!
Pigmentos orgánicos y minerales
Hay que empezar por mencionar que esta división visual en pigmentos orgánicos y minerales es exclusiva de la industria de los materiales para arte.
Su función es la de darle a los pintores una visión más profunda en cuanto a las especificidades de los pigmentos de los que se derivan los diferentes colores que utilizan en sus obras, así como de brindar información práctica para ayudar a dichos pintores a crear sus propias paletas.
Cómo decíamos al inicio, con el tiempo y poniendo suficiente atención al comportamiento de nuestros colores, podemos empezar a notar algunos de estos rasgos distintivos, y si a esto le agregamos un poco de investigación, tendremos muy buenas herramientas para trabajar de manera más detallada. Y para esto, que mejor que mejor que empezar por una breve historia de los pigmentos.
Historia de los pigmentos

Si damos una mirada hacia atrás en la historia del arte, podremos ver que las pinturas de los diferentes períodos siempre han reflejado los materiales que estaban disponibles para los artistas de cada época. A grandes rasgos, podemos hablar de tres grandes periodos principales en la historia de los pigmentos:
- Clásico
- Impresionista
- Moderno
La paleta clásica: de la oscuridad a la luz
En lo más profundo del lado mineral de los pigmentos y sus clasificaciones podemos encontrar el grupo de colores de la tierra (o simplemente “tierras”) que fueron el corazón de las paletas de los pintores durante la era clásica de la historia de los pigmentos.
Este grupo de pigmentos -que como hemos mencionado en otras publicaciones (como esta) tienen sus orígenes en las pinturas presentes en las cuevas y aquellas de la antigüedad- era central a la paleta de los pintores del periodo del Renacimiento y se mantuvo así a través de la era clásica de la pintura de óleo hasta la primera mitad del sligo XIX.
Concretamente, estamos hablando de los colores amarillo, rojo, blanco y negro, aunque si desarrollamos más esta noción tendremos que la lista de colores de la paleta clásica estaba en general conformada por:
- Amarillo de Nápoles
- Amarillo Ocre
- Raw Umber
- Bermellón (se muestra aqui también el Escarlata Naphtol)
- Rojo de Venecia
- Sienna tostada
- Rojo Indio
- Azul Ultramar (en aquel entonces, el que se obtenía del Lapis lázuli)
- Terre Verte
- Negro
Este espectro de coloración más bien apagada se encuentra en el núcleo neutral del espacio del color. Aunque parezca una paleta bastante limitada, los pintores que la utilizaron se volvieron muy habilidosos en su manejo y llegaron a poder plasmar grandes contrastes entre los oscuros más oscuros y los claros más claros, creando el famoso efecto del chiaroscuro tan característico de las pinturas clásicas.

La paleta impresionista: Una explosión de cambio y color.
Con los avances de la Revolución Industrial de mediados del siglo XIX, el espectro de posibilidades y de color se amplió drásticamente para los artistas. También, desde ese punto de la historia en adelante los pigmentos dejaron de ser creados específicamente para los artistas y se comenzaron a utilizar a gran escala para revestimientos industriales y para la industrias dedicadas a la impresión.
Es aquí donde podemos empezar a hablar de los pigmentos orgánicos y minerales, pues se creó toda una nueva gama de colores al fusionar materiales inorgánicos, como el cadmio, cobalto y el cromo y poniéndolos juntos altas temperaturas.
Estos colores no sólo iluminaron los centros urbanos de la era de hierro, sino que ampliaron el acceso al color que tenían los pintores en comparación con las paletas de la era clásica. Otras invenciones del siglo XIX como el molino de tres rodillos y los tubos de pintura depresibles le dieron a los pintores la libertad de dejar los confines de sus estudios con gran facilidad y pintar directo en la naturaleza.

Por aquellos entonces la fotografía hizo acto de aparición y amenazaba el rol que había tenido la pintura en reportar el mundo visual, y los pintores se empezaron a revelar en contra de los tradicionalistas tonales de las academias de arte parisinas.
Estos factores culminaron en lo que algunos denominarían una “tormenta perfecta” para el mundo del arte, cuyo resultado podemos observar en la obra conjunta del movimiento impresionista (y en este sentido, algunos dirían que los fauvistas llevaron aún más lejos lo que los impresionistas empezaron, pero esa es otra historia).
Armados con pigmentos orgánicos y minerales, y por primera vez en la historia del arte, los artistas de este periodo tuvieron a su disponibilidad los pigmentos necesarios para capturar todos los colores del mundo natural, lo cual también podemos ver expresado en el interés de los impresionistas por el color puro.