Cómo usar lápices acuarelables: 5 técnicas básicas
Esta vez decidimos hacer una publicación acerca de cómo usar lápices acuarelables tanto por la fama que han alcanzado como por la curiosidad que generan en aquellos que, si bien ya son usuarios asiduos de otros materiales y técnicas, siguen buscando probar nuevos canales de expresión.
El mundo de los materiales para arte ha visto avances realmente interesantes desde la revolución industrial, que llegó con paso firme de la mano de la ciencia.
La idea de las ventas tuvo mucho que ver, sí, pero también han surgido materiales grandiosos que se han adaptado a los gustos, habilidades y necesidades de todo tipo de artistas, tanto principiantes como avanzados.
De hecho, en este sentido, podríamos incluso decir que nos falta más por aprender de los artistas del pasado. Hoy día quizás se tiende demasiado a casarse con una técnica y, en aquel entonces, lo más importante era experimentar hasta lograr el resultado deseado, sin importar cuantas técnicas se conjugaron en una misma obra para lograrlo.
Entre pruebas y experimentos se fueron descubriendo todo tipo de datos interesantes, por ejemplo, que técnicas se llevaban mejor entre sí. Por ende, con el tiempo surgieron mancuernas memorables y se crearon nuevos implementos también, entre los cuales encontramos los lápices acuarelables.
Puede que no parezcan algo que requiera de metodologías complicadas, pero sí hay formas de sacarles el mayor provecho y una que otra cualidad a tener en cuenta para trabajar con ellos de diferentes maneras exitosamente.
Cómo usar lápices acuarelables
Afortunadamente para este rubro, los artistas en general suelen tener una buena apertura ante los nuevos materiales.
En primera instancia, ¿por qué utilizar lápices acuarelables? Porque con ellos puedes tener lo mejor de dos mundos. Son un medio único para la creación de arte pues combinan el dibujo con la pintura de una manera que ningún otro medio puede replicar.
Son muy similares a los lápices de colores, pero se comportan muy distinto al agregarles agua por el aglutinante soluble con el que están hechos. Esta es la principal diferencia que tienen con los lápices de colores convencionales y sus aglutinantes de aceite o cera.
Aunque bien podrías utilizarlos únicamente en seco (hay quien lo hace aunque para la mayoría podría resultar un desperdicio; es cuestión de gustos y técnicas), estas propiedades con las que están hechos los hacen no solo diferentes de los lápices de colores convencionales, sino también de la pintura como tal. Ganar maestría en el uso de lápices acuarelables no te hará un maestro pintor, ¿Cierto?.
De la misma manera, hasta un pintor con experiencia que no sepa utilizar los lápices acuarelables tendrá que aprender a manejarlos adecuadamente para poder crear con ellos todo lo que se le ocurra y combinarlos con otras técnicas. Aprender sobre este manejo es el meollo de esta publicación.
Ventajas de los lápices acuarelables
Quizás las principales ventajas que notaremos al entender cómo usar lápices acuarelables son las siguientes:
- Control
- Detalle
- Conveniencia
Para empezar, un lápiz es mucho más fácil de maniobrar que un pincel, lo que desde un principio los hace menos intimidantes. Los lápices acuarelables, también, requieren menos agua que las acuarelas, por lo que la parte más incontrolable y que requiere de más práctica en la pintura con acuarela se simplifica en el caso de estos lápices. Incluso si lo que requieres es una línea particularmente nítida, ni siquiera necesita agregar agua.
Son una forma muy conveniente de pintar a color en realidad. Todo lo que necesitas son los lápices de los colores que vayas a utilizar, un pincel, y un poco de agua (¡destilada, sí es posible! La consigues en las farmacias).
De hecho, para esta explicación necesitaremos:
- Lápices acuarelables
- Papel (de preferencia, cualquiera para acuarela)
- Un pincel de tu elección (recomendable para usar con acuarela: pelo natural de buena calidad o pelo sintético. Si quieres saber más sobre los tipos de pinceles que hay y cuales resultan mejores para cada técnica, acá tenemos una publicación al respecto)
- Lápiz de grafito (opcional)
- fluido para enmascarar (opcional)
Cuando apenas estamos empezando, un set básico de 12 colores es suficiente. Incluso si solo quieres probar y tienes la oportunidad de comprarlos sueltos, con que tengas un amarillo, rojo y azul basta. El color negro y el blanco son útiles pero no tan necesarios.
Al igual que con otros materiales, puedes encontrar lápices acuarelables desde nivel principiante hasta nivel profesional, así que la elección es tuya. Lo recomendable es que sean al menos de una calidad intermedia.
La mejor calidad posible en materiales para arte es lo ideal, pero tampoco tiene demasiado sentido comprar colores acuarelables de nivel profesional si no estás convencido aún de que es la técnica para ti, siendo también que los hay mucho más accesibles en cuanto a precio para empezar a experimentar con leste medio.
Técnicas para lápices de colores acuarelables.
Aunque la mayoría sabe que es posible agregarle agua a un dibujo hecho con lápices acuarelables, hay diferentes maneras en que podemos trabajar con esta propiedad.
Así, la primera técnica que veremos en esta publicación sobre cómo usar lápices acuarelables es la más simple de todas.
1) Dibuja primero, agrega agua después
La mayoría de los artistas que trabajan con lápices acuarelables los utilizan para crear un dibujo al que después le agregan agua o al que van agregándola paso a paso mientras trabajan.
En este método, hay que empezar por contornear tu sujeto u objeto ligeramente, ya sea con un lápiz de grafito o bien, con el color dominante de la forma que vas a representar. Presta atención a las áreas que quieras mantener blancas o muy claras, incluso las puedes contornear/delinear (recuerda que al trabajar con acuarela, tradicionalmente el color del papel es el blanco más brillante. Para más ideas y detalles sobre la acuarela, te recomiendo nuestra publicación sobre cómo pintar con acuarela).
Colorea tu sujeto ligeramente con el color principal. Luego agrega otros colores empezando por el más luminoso y terminando con el más oscuro y las sombras.
El color más claro primero
Luego tonos más oscuros
Al final, agrega las sombras al dibujo.
Ahora es el momento de aplicar el agua.
Moja tu pincel y remueve el exceso de agua con una servilleta, no querrás que tu pincel esté escurriendo en tu primer pincelada.
Empezando por las áreas más claras, empieza a aplicar agua a tu dibujo. Podrás notar que los pigmentos se vuelven mucho más brillantes después de agregar el agua. Enjuaga y limpia tu pincel antes de agregar agua un nuevo color, de otra manera, te arriesgas a sobrecargar el nuevo color con el que ya tienes en tu pincel.
Al final, agrega una base o fondo ligero a tu dibujo.
2) ¿Mojar el lápiz en el agua?
Esto no es algo que todos los artistas recomienden porque los lápices se pueden deteriorar, sin embargo, tiene un cierto acabado y cierta forma de utilizarse que aquí veremos.
En esta técnica, en vez de utilizar un pincel sumergimos directamente la punta de tu lápiz en el agua. El resultado es una linea mas gruesa y vibrante.
Sin embargo, podrás percatarte de que los efectos del agua no duran por mucho. En la imagen, puedes notar como las áreas en rojo y café comienzan fuertes y se van desvaneciendo hasta ser como las líneas regulares hechas con el lápiz seco.
Una vez que has utilizado esta técnica, es recomendable secar tus lapices acuarelables con una servilleta o trapo para evitar el deterioro y mantenerlos en buenas condiciones.
3) Dibujar directamente sobre papel mojado
Los pintores de acuarela usan jerga como "húmedo sobre húmedo" y "húmedo sobre seco", etc. Esta técnica sería “seco sobre húmedo”.
Puedes humedecer el papel primero con tu pincel al aplicar una capa ligera y uniforme de agua, pero primero cíñete al área en la que planeas dibujar, en lugar de mojar todo el papel. Para esta técnica, puede resultarte útil tener a mano un pincel plano grande (para las áreas grandes).
Usa un lápiz de acuarela seco para dibujar sobre el área húmeda. Verás que el resultado es similar a sumergir los lápices en agua, pero aquí los efectos duran más.
Verás, también, un color más brillante e intenso con un aspecto granulado y texturizado. otra ventaja es que no tienes que preocuparte por sumergir repetidamente el lápiz en agua para mantener este efecto, pero aún tendrás que trabajar rápidamente antes de que se seque el papel. Por eso es mejor concentrarte y humedecer solo el área en la que vas a trabajar.
4) Pincel Mojado sobre papel mojado
Esta técnica de húmedo sobre húmedo utiliza aún más agua. Usar un lápiz mojado sobre una superficie mojada hace que los colores corran, al igual que en la técnica de pintura de acuarela. Las líneas que dibuje se verán borrosas y se esparcirán por la página.
Sin embargo, a diferencia de la pintura, verá más fragmentos de pigmento. Esta técnica produce mucha textura y un color muy fuerte.
5) Agregar detalles a una pintura de acuarela
También puedes dibujar sobre una pintura de acuarela existente. Agrega detalles o enfatizar ciertas áreas de la pintura. Tienes la posibilidad de dejar tus adiciones tal como están en seco o bien agregar agua para una textura más suave.
Esta técnica se podría contar como una mixta en realidad, por lo que lo más recomendable es practicar y, literalmente, empaparse más en esto de como usar lápices acuarelables antes de aplicarlos a otra pintura ya terminada o mucho más avanzada en su proceso de creación.
Como puedes ver, el cómo usar lápices acuarelables es algo relativamente fácil de aprender en primera instancia y, aunque parezcan un medio muy simple, se pueden lograr resultados realmente maravillosos con ellos.
Lápices acuarelables VS lápices de colores normales
¿Que por qué agregamos esta sección en una publicación destinada a aprender cómo usar lápices acuarelables? Pues porque es una comparativa bastante famosa y porque es muy recomendable identificar las diferencias entre unos y otros, aparte de que es una buena excusa para indagar más a fondo sobre las cualidades de los lápices acuarelables para después poder entrar en detalle acerca de su uso.
Diferencias en su hechura
Una de las primeras cosas que tenemos que aprender para entender cómo usar lápices acuarelables es que, la diferencia más importante entre estos y los lápices de colores normales es que estos últimos están hechos con bases de cera o aceite como aglutinante para el pigmento.
Los lápices acuarelables están hechos con un aglutinante para el pigmento que es soluble en el agua. Es por esto que la forma en que los utilices para sacarles el mayor provecho será muy diferente a lo que harías con los lápices de colores convencionales.
Diferencias en cómo funcionan
Los lápices de colores convencionales no están hechos para diluirse con el agua (sin importar si cuando éramos pequeños llegamos a ensalivar la punta y pintaron). Su aglutinante simplemente no se disuelve bien por tener base de cera o aceite. Están diseñados, pues, para usarse en seco. Incluso al mezclar colores entre ellos se hace en seco.
Los lápices acuarelables están diseñados para diluirse con el agua y crear mezclas gentiles, suaves. Puedes mezclarlos húmedos o en seco, como los lápices de colores convencionales. Si los utilizas completamente en húmedo, puedes crear una pintura de acuarela.
Nótese que esto no significa que debas mojar tu lápiz acuarelable en el agua siempre. Más bien, aplicas el agua a tu obra, pues como hemos visto al aprender como usar lápices acuarelables, pues aunque síi que puedes mojar la punta de tu lápiz acuarelable, esta técnica tiene sus limitaciones y para los efectos que crea, resulta mucho mejor trabajar sobre húmedo.
Dicho esto, debido a su versatilidad, los colores acuarelables pueden ser utilizados con otras herramientas. Puedes utilizar esfumino/difumino, pinceles, incluso cotonetes, también borradores mágicos, esponjas, etc.
Diferencias en profundidad del color y al mezclar
Estos dos tipos de lapices de colores también varían en cuanto a intensidad de color se refiere.
En general, podemos decir que los lápices de colores normales son de color fuerte y están diseñados para ser gruesos. Se pueden mezclar bien en seco.
Por otro lado, los lápices acuarelables no se difuminan tan bien en seco, aunque esto puede variar de una marca a otra. Si quisieras utilizarlos para mezclar en seco, húmedos y otros fines en general, los de calidad artista o profesional son mejores que los de gamas más baratas.
Al aprender cómo usar lápices acuarelables puedes identificar que los lápices de acuarelas también tienden a ser algo más claros y por lo mismo se podría decir que son considerablemente más fáciles de quitar de tu pintura, aparte de que es posible rebajarlos y así usar una gama más sutil en cuanto a tonalidades de color.
Esto, por supuesto, no implica que no puedas lograr colores realmente vibrantes en tus obras, lo cual es casi un sello característico de la acuarela.
Generalidades y uso conjunto
Aunque ambos tipos de lápices se usan sobre papel, los lápices de colores normales se pueden utilizar en todo tipo de papel. Desde los muy especializados para dibujo hasta un papel de lo más simple para dibujar como el bond hará el truco.
En cuanto a cómo usar lápices acuarelables en este sentido, lo más ideal es utilizar papel para acuarela, ya sea del prensado en frío o en caliente. Esto es así sobre todo si lo que pretendes hacer es agregarles agua para mezclarlos. Un papel para acuarela suave es lo mejor para estos lápices.
Otra de las dudas comunes sobre cómo usar lápices acuarelables es si estos y los lápices de colores convenciones se pueden utilizar en conjunto y con otras técnicas, y la respuesta es que sí, aunque debes tomar en cuenta un pequeño gran detalle:
Si utilizas los lápices acuarelables sobre los convencionales, el acabado puede no resultar en lo que quieres pues al activar el lápiz acuarelable con agua, la base de cera o aceite de los colores convencionales no le permitirá la misma adherencia a la pintura de acuarela.
Sin embargo, una vez que has aprendido y practicado el arte de cómo usar lápices acuarelables, los experimentos que hagas al combinar ambos tipos de lápices y otras técnicas serán muy valiosos para encontrar lo que más interesante y cómodo te resulte para trabajar, así que siéntete con toda la libertad de hacerlo.
Solo recuerda esto que te comentamos y, en el caso de también utilizar técnicas como el acrílico u otras, no olvides tener pinceles específicamente destinados a cada uno de los medios con los que vas a trabajar.
Así, por ejemplo, no utilices el mismo pincel para activar los lápices acuarelables con agua y después para aplicar el acrílico, esto te permitirá trabajar con más limpieza y que tus pinceles no se estropeen innecesariamente.
Esperamos que esta publicación sobre cómo usar lápices acuarelables haya sido de tu agrado. Tenemos más publicaciones sobre acuarela que también te serán muy útiles, aquí van un par:
"¿Cómo pintar con acuarela? Más de 10 técnicas que puedes utilizar"