Rosalba Carriera, Autorretrato. Siglo XVIII.Las obras de Rosalba Carriera llegaron a ser tan reconocidas por su trabajo como retratista y miniaturista que aún hoy en día se puede percibir el alcance que llego a tener esta artista. La prestigiosa Galería de los Uffizi, creada por mecenas de muchos grandes artistas y cuyo acervo se convertiría en un incomparable referente cuando de las bellas artes se tratase (sobre todo de las florentinas), es una de las primeras fuentes que saltan a la vista al buscar sobre esta gran artista en internet.
Carriera disfrutó de una fama tan amplia que para las mujeres artistas posteriores, ser llamada una “Rosalba moderna” fue un gran elogio. La renombrada retratista francesa Elisabeth Louise Vigée-Lebrun (1755–1842) se ganó el apodo décadas después de la muerte de Carriera, ya que la obra de Carriera siguió influyendo en artistas como Vigée-LeBrun y Adélaïde Labille-Guiard.
Quizás te preguntes cómo es que se las arregló para llegar a ser tan notable como artista en el periodo Rococo veneciano, y en esta publicación es precisamente lo que te vamos a develar, aparte de presentarte varias de sus obras más conocidas.
Breve historia de la vida y las obras de Rosalba Carriera
La página del National Museum of Women in the Arts nos dice de esta artista nacida en Venecia en 1675, que era hija de un oficinista y una encajera. En gran parte autodidacta, comenzó su carrera artística pintando retratos en miniatura. Carriera empleó el marfil como base para sus miniaturas en lugar del material típico de su época, la vitela (o vellum, en inglés). Hacia 1700, Carriera ya creaba miniaturas y hacia 1703 completó sus primeros retratos al pastel.
dichas obras de Rosalba Carriera solidificaron rápidamente su reputación dentro de los círculos artísticos italianos y ganaron su aceptación en la prestigiosa Accademia di San Luca de Roma en 1704, donde fue nombrada Accademico di merito, que era un título reservado para pintores que no fuesen originarios de Roma.
Carriera empezó a usar regularmente el pastel cuando tenía poco más de veinte años, y fue este medio por el cual más tarde se hizo famosa. Cabe aclarar que, anteriormente, el pigmento en polvo unido en barras se usaba principalmente para dibujos informales y bocetos preparatorios. Carriera revolucionó su uso y lo volvipo propio de retratos serios y trabajos finales (es un dato que también mencionamos en nuestra publicación “La pintura al pastel y su historia”). Así, las obras de Rosalba Carriera fueron admiradas por sus paletas de colores aterciopelados y detalles llamativos.
Recibió encargos de las cortes de Módena, Viena y Dresde. En 1720, Carriera pasó un año exitoso en París, donde visitó colecciones de arte de renombre, conoció a artistas franceses y creó retratos de personajes destacados, incluido el joven Luis XV.
Rosalba Carriera, The singer Faustina Bordoni (1697-1781) with a Musical Score, 1724-25, Gemäldegalerie Alte Meister, Dresden, Germany.En París, su obra era muy solicitada. Mientras estuvo ahí, Carriera fue invitada del gran aficionado y coleccionista de arte Pierre Crozat. Pintó a Watteau, toda la realeza y la nobleza desde el Rey y el Regente hacia abajo, y fue elegida miembro de la Academia por aclamación. Su cuñado, el pintor Antonio Pellegrini, casado con su hermana Angela, también estuvo en París ese año. Pellegrini fue contratado por John Law, un financiero y aventurero escocés, para pintar el techo del nuevo edificio del banco Grand Salle in Law.
En el breve tiempo que pasó en Francia, las obras de Rosalba Carriera contribuyeron a formar los nuevos gustos aristocráticos de la corte y, por extensión, los gustos de los parisinos. El arte ya no sirvió únicamente a las necesidades de la monarquía. Su libertad, colorido y encanto se inyectaron en el estilo rococó (del cual ella era la cara detrás) que pronto dominó las artes.
Posteriormente trabajó en Módena y Austria, asistida por su hermana Giovanna. En Viena, el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos VI se convirtió en su patrón y la emperatriz se convirtió en su alumna.
Rosalba Carriera, Crown Prince Friedrich Christian of Saxony (1722-1763), 1739-40, pastel on paper, 63.5 x 51.5 cm, Gemäldegalerie Alte Meister, Staatliche Kunstsammlungen Dresden, Dresden, Germany. Wikimedia Commons.Carriera trabajó febrilmente en pastel durante décadas, hasta que los problemas de la vista la obligaron a reducir la velocidad y finalmente detenerse alrededor de la década de 1740. Tres operaciones no pudieron curarla de las cataratas, que finalmente la cegaron por completo.
El 19 de diciembre de 1756, cuatro meses antes de su muerte, Rosalba redactó su testamento definitivo. Tenía la intención de “repartir la poca riqueza que Nuestro Señor me permitió obtener a través de mi trabajo en la pintura”.
Su fortuna era, de hecho, considerable. Dejó casi diez veces más dinero del que dejaría Canaletto a su muerte una década después. Dejó fondos para su funeral y pidió ser enterrada en la misma tumba que su hermana Giovanna, en la iglesia de San Vio, cerca de su casa. Su hermana menor, Ángela, viuda del pintor Antonio Pellegrini, sería su principal heredera, tras varios legados personales y donaciones caritativas.
Los pasteles y las miniaturas de Rosalba dan testimonio del extraordinario talento de una artista brillante y de éxito, que en vida fue una celebridad internacional.
Influencia y trabajos
Rosalba Carriera, Self-portrait holding a portrait of her sister, pastel on paper, 71 x 57 cm, 1715.Tal vez no lo sepas, pero fue la primera mujer pintora en iniciar un nuevo estilo en la comunidad artística. El estilo rococó de las obras de Rosalba Carriera enfatizó el uso de colores pastel; pinceladas espontáneas, luces danzantes, tonalidades superficiales sutiles y un enfoque suave, elegante y encantador del tema.