En el Reino Unido, un informe del Instituto de Estudios Fiscales (IFS) indica que los graduados en artes creativas tienen ingresos un 15% inferiores al promedio de otras disciplinas cinco años después de la graduación. En Canadá, estadísticas del gobierno muestran que los licenciados en artes visuales ganan un 20% menos que el promedio nacional de graduados universitarios.
El Anatsui. Earth’s Skin, 2009.La situación laboral de los egresados en Arte e Historia del Arte en países occidentales evidencia un claro desbalance que refleja la precariedad del sector. Los ingresos por debajo del promedio de otras disciplinas y la falta de estabilidad económica son síntomas de una estructura de poder que desfavorece a los artistas y profesionales del arte. Si analizamos esta situación desde un enfoque microeconómico, utilizando el modelo de las cinco fuerzas de Porter, resulta evidente que el circuito especializado, compuesto por museos, galerías y revistas académicas, tiene un poder desproporcionado como proveedor de visibilidad y legitimidad para los artistas. Este poder produce una dramática asimetría en términos y remuneraciones, haciendo que los artistas ganen en su totalidad menos del estándar de mercado de otras industrias.
En términos de las cinco fuerzas, el poder de negociación de los artistas como proveedores de contenido es muy bajo frente a estas instituciones, que actúan como los "clientes" con la capacidad de otorgar visibilidad y reconocimiento. Esta asimetría se ve agravada por la falta de medios técnicos y de herramientas que permitirían a los artistas conectar directamente con un público más amplio y diversificado. Como resultado, el circuito especializado retiene una posición dominante que perpetúa las condiciones desfavorables para los artistas, limitando sus opciones para negociar mejores términos y contribuyendo a la persistente precariedad económica del sector. Para cambiar esta dinámica, es fundamental que los artistas recuperen la capacidad técnica y las herramientas de conexión que les permitan acceder a otras audiencias y mercados, disminuyendo así la dependencia del circuito especializado.
Ejemplificación "atalier". Fotografía de hotwallsstudios.co.ukSi sumamos a ello que el conocimiento de cómo conectar con un público masivo —incluyendo el uso de estrategias de comunicación, marketing y redes sociales— es algo que muchos programas de formación artística aún no abordan con la importancia necesaria. En lugar de preparar a los artistas para ser comunicadores capaces de presentar sus visiones de manera comprensible y resonante, el enfoque sigue siendo más introspectivo y hermético (Alloway, 1974). Esto contribuye una vez más a que las obras sean percibidas como desconectadas de la vida cotidiana y, en algunos casos, como irrelevantes para la experiencia del espectador promedio.
Internet y el resurgimiento de los “Ateliers”
A pesar de este contexto desafiante, el resurgimiento de “ateliers” y nuevas plataformas de formación artística está comenzando a proporcionar un camino alternativo. Como señala Guasch (2001), "las plataformas emergentes han permitido una reconexión con el espectador, algo que las instituciones establecidas parecían haber perdido de vista". Gracias a internet y las redes sociales, los artistas que se forman en estos espacios tienen la posibilidad de llegar a audiencias globales sin la mediación de instituciones tradicionales. La capacidad de presentar sus procesos de trabajo, interactuar con el público y mostrar sus obras sin filtros curatoriales está permitiendo una reconexión con el espectador, lo cual evidencia un deseo latente de acceso al arte fuera de los límites impuestos por la alta especialización (Guasch, 2001)..
Dibujo anatómico de Josiah (Jazza) Brooks.No obstante, este resurgimiento se enfrenta a la dificultad de recuperar técnicas y conocimientos que, en gran medida, se han perdido debido a la marginación de la figuración y otros aspectos técnicos durante décadas. Alloway (1974) indica que "la pérdida de estas técnicas se debe en parte a la guerra ideológica contra la figuración en el contexto educativo".
Mientras que algunos espacios, como Ttamayo, han logrado preservar y transmitir estos conocimientos, la mayoría de los artistas actuales carecen del acceso a un aprendizaje profundo de las técnicas académicas, y la recuperación de este saber requiere esfuerzos conscientes y continuos. La reconquista de estas técnicas y la democratización del acceso al arte se presentan como los desafíos más urgentes para aquellos que buscan reestablecer la conexión entre el arte y la sociedad, y lograr que el arte no sea solo un lujo reservado para unos pocos, sino un lenguaje común accesible y resonante para todos (Guasch, 2001).
Conclusión: Redes Sociales, el Poder del Arte y la Necesidad de Técnicas
Internet y las redes sociales han revelado una realidad incómoda para el mundo del arte institucional: el interés de las personas no siempre coincide con lo que los museos y la crítica especializada indican que "deberían" ver. A medida que estas plataformas digitales democratizan la exposición artística, se observa una desconexión significativa entre las preferencias del público y las obras promovidas por los circuitos oficiales. Según Guasch (2001), "la estructura elitista del arte contemporáneo ha marginado al espectador común", y esto se evidencia en cómo las redes sociales han permitido que el público elija el arte que le interesa, independientemente de las validaciones institucionales.
Ilustración digital de LoisvbArt.Sin embargo, aunque las redes sociales y otros nuevos medios de distribución han abierto la posibilidad de que los artistas se conecten directamente con un público más amplio, la falta de herramientas técnicas y formación adecuada sigue siendo un obstáculo importante. La carencia de destrezas fundamentales impide que un gran número de artistas logren el impacto necesario para destacar y, en consecuencia, obtener los recursos económicos que podrían garantizar su sustento y el desarrollo de su carrera. Como señala Alloway (1974), "el enfoque introspectivo del arte contemporáneo, junto con la falta de preparación técnica, ha contribuido a la dificultad de los artistas para establecer una conexión efectiva con la audiencia general".
La historia del arte muestra que las habilidades técnicas son esenciales para el poder del arte en la sociedad. Durante el Renacimiento, el Barroco y el Rococó, los artistas adquirieron gran poder social y económico precisamente porque sus habilidades técnicas les permitieron crear un impacto significativo y traer beneficios económicos a su sector. Los artistas renacentistas como Miguel Ángel y Rafael no solo eran grandes maestros por sus conceptos innovadores, sino también por su dominio de la técnica, que les permitió conectar profundamente con el público y con los mecenas de su tiempo (Guasch, 2001). En palabras de Chávez Morado, "las técnicas son las armas de los pintores", y son estas armas las que permiten a los artistas no solo expresarse, sino también reclamar un lugar de influencia y relevancia dentro de la sociedad.
El desafío contemporáneo es, por tanto, la recuperación de las técnicas que durante tanto tiempo han sido marginadas así como el desarrollo de técnicas nuevas. Sin ellas, el arte y los artistas seguirán careciendo de las herramientas necesarias para alcanzar su potencial comunicativo y obtener su lugar legítimo dentro del tejido social. Las plataformas emergentes y las redes sociales han mostrado que existe un deseo latente de arte más accesible y resonante, pero para que este potencial se materialice, es imprescindible que los artistas cuenten con las herramientas adecuadas para crear obras que puedan inspirar y movilizar a las audiencias (Guasch, 2001; Alloway, 1974).
John Currin. Thanksgiving, 2003El reconocimiento de estas paradojas es clave para el futuro del arte. Si bien movimientos como el minimalismo y el conceptualismo abrieron puertas a nuevas formas de pensar, es necesario reconocer cómo también crearon barreras. Para cambiar esta dinámica y combatir la exclusión que ha persistido, resulta fundamental una revaloración de las habilidades técnicas y de las múltiples formas de expresión que permiten conectar directamente con un público diverso, sin la necesidad de una validación institucional rígida.
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Bibliografía:
Alloway, Lawrence (1974). The Americanization of the Avant-Garde: The Impact of Abstract Expressionism on European Modernism.
Greenberg, Clement (1961). Art and Culture: Critical Essays.
Guasch, Ana María (2001). El arte último del siglo XX: Del posminimalismo a lo multicultural.
Kosuth, Joseph (1969). Art after Philosophy and After: Collected Writings, 1966-1990.
Porter, Michael E. (1979). How Competitive Forces Shape Strategy.
Dalí, Salvador (1951). Entrevista con The American Weekly.
Katz, Alex (2015). Entrevista con Artforum.
Freud, Lucian (2004). Entrevista con The Guardian.
Magiciens de la Terre (1989). Exposición celebrada en el Centro Pompidou y la Grande Halle de la Villette en París.
Bibliografía Adicional
Battcock, Gregory (1968). Minimal Art: A Critical Anthology.
NCES (National Center for Education Statistics). Datos sobre salarios medios anuales de los graduados de carreras en artes visuales y escénicas en Estados Unidos.
Instituto de Estudios Fiscales (IFS). Informe sobre la brecha de ingresos para los graduados en artes creativas en el Reino Unido.
Estadísticas del Gobierno de Canadá. Datos sobre la situación laboral y los ingresos de los graduados de artes visuales en comparación con otras disciplinas.