Reflexión sobre la narrativa de Las Meninas
Las Meninas: uno de los cuadros más famosos y emblemáticos de la historia de la pintura aparenta ser tan sólo el retrato de una escena de la vida cotidiana en el palacio. Pese a esto, ¿Qué es realmente lo que estaba pintando Velázquez en este cuadro? ¿Cómo se produce la imagen en el espejo del fondo? ¿Cómo es que Velázquez está pintando y es pintado a la vez? Las Meninas no fueron pintadas con el pincel sino con el ingenio y el intelecto.
El cuadro de Las Meninas guarda notables similitudes con el cuadro de Jan Van Eyck, pintado entre 1390 y 1491, El matrimonio Arnolfini. Para entender a Las Meninas nos conviene analizar brevemente el aspecto central de esta gran obra. En el cuadro de Jean Van Eyec se refleja en un espejo alguien que se encuentra fuera del cuadro, con esto enriquece el pintor la narrativa de la imagen ampliamente dandole un giro, quitando la atención de lo fácilmente visible y poniendola en lo apenas perceptible. Diego de Velázquez utiliza este y otros recursos en Las Meninas para hacerle ver al espectador quién es el que no se puede ver en el cuadro.
Existen varias interpretaciones respecto al espejo pintado al fondo en las Meninas de Velazquez. En ocasiones, se ha querido entender como un lienzo pintado y en otras como un espejo. También existen distintas interpretaciones de lo que aparece en el espejo; algunos afirman que es el mismo Velázquez quien aparece reflejado y otros que es el rey Felipe IV junto con su esposa Mariana de Austria. Sin embargo, Las Meninas ven hacia nosotros - los espectadores - mientras son pintadas. Esto nos indica que nosotros nos ubicamos en el lugar que ocuparía el pintor al realizar el retrato. Desde este punto de vista Las Meninas sería un cuadro en el que se retrata el modo de pintar un cuadro, y no realmente la vida en el palacio. Un retrato en el que el pintor se retrata a sí mismo pintando y se pone como elemento central de la obra tácitamente enalteciendo su arte, la pintura.