3 Formas de hacer gouache en casa
Por lo general, antes de empezar a pensar en hacer gouache o de siquiera probar este tipo de pintura uno se entere de que el gouache y la acuarela son dos medios que están cercanamente emparentados y que son famosos por lo fácil que resulta involucrarse con ellos. Por lo mismo, no es raro que sean la puerta de entrada hacia muchos otros medios -incluso a edades tempranas-, ya que proveen de una gran cantidad de posibilidades mientras que su manejo se mantiene bastante simple y ameno con el artista principiante.
Claro que cuando uno empieza a irse más hacia el detalle y la precisión en la representación, puede descubrir que son medios que contienen gran cantidad de técnicas con las que se puede trabajar a gran profundidad y que no por nada llegaron hace mucho tiempo (se habla de unos 1200 años en el caso del gouache) para quedarse.
¿Sabes cuales son las características principales del gouache y la diferencia que sostiene con las acuarelas? En esta publicación las identificaremos y lo que es más, pondremos manos a la obra para hacer gouache artesanal (o casero), lo que nos permitirá trabajar a nuestras anchas con este fabuloso medio.
El Gouache
El gouache es un medio de agua que evolucionó desde lo que antes se denominó la aguada (concepto que no debemos confundir con la técnica del mismo nombre y que es bien conocida dentro del medio de la acuarela), una técnica pictórica medieval que nació en el seno de la labor de los ilustradores y miniaturistas y que en algunos manuales básicos es definido como un temple.
Esta forma del gouache era muy utilizada en la producción de manuscritos, y los colores que se utilizaban eran aquellos presentes en la paleta de color medieval y del renacimiento:
- Rojo: cinabrio, bermellón, palo de Brasil, alizarina, sangre de dragón (no había dragones lastimados en el proceso; se obtenía de una planta), lago de Caramine
- Azul: azurita, crozophora, ultramar, esmalte
- Verde: malaquita, cardenillo, terre verde
- Blanco: plomo (tóxico), blanco lima
- Amarillo: ocre, azafrán, oropimente, amarillo de Nápoles
- Marrón / Negro: carbón, marfil / hueso, lámpara, ámbar
Algunos de estos ya no están en circulación por su toxicidad, pero fueron clave en las artes pictóricas durante buen tiempo.
Ciertamente, es probable que la versión del gouache a la usanza del temple sea la más antigua de todas (y en definitiva, es también una de las formas de preparación que veremos para hacer gouache), pero hoy en día podemos encontrar un número considerable de variaciones debido a la diversificación de materiales con los que es posible trabajar que se han descubierto con el paso del tiempo.
En nuestra publicación veremos también una buena cantidad de desambiguaciones que seguro estarán relacionadas con dichas variaciones, así que no te preocupes, que de aquí saldrás con una muy buena idea de todo lo necesario y los pasos a seguir para hacer gouache.
Gouache VS Acuarela
¿Cuál es la verdadera diferencia entre estas dos técnicas?
Verás, el gouache, en muy resumidas cuentas, es mucho más opaco que la acuarela y se vale en buena medida de ciertas cargas que se pueden utilizar para obtener colores más saturados, menos translúcidos.
Por otro lado, es similar a la acuarela en que pueden ser vueltos a mojar y terminan secando en un color mate, momento en el cual la pintura queda infundida en el soporte de papel.
También, como en el caso de la acuarela, para trabajar el gouache se han utilizado aglutinantes como la goma de tragacanto, la goma arábica y desde los años noventa pudimos ver la llegada de la dextrina en polvo (también llamada dextrina amarilla).
Las partículas en el gouache, a comparación de las de las acuarelas, suelen ser más grandes. Otro detalle a notar es que la cantidad de pigmento en correspondencia a la cantidad de aglutinante es mucho mayor y es común utilizar cargas al trabajar el gouache, como el carbonato de calcio (si has visto a alguien utilizar gis molido para el gouache: ¡bingo! el gis es carbonato de calcio), el blanco de barita o hasta el blanco de Boloña.
Es así que el gouache se vuelve más pesado y más opaco, pero por lo demás es muy similar a la acuarela en casi todos aspectos.
Otra cosa que deberemos tener muy en cuenta al hacer gouache y trabajar con este es que al secar lo hará en un valor tonal diferente del que tenía al estar húmedo.
Esto quiere decir que, cuando secan, los colores más claros generalmente quedan algo más oscuros y los tonos más oscuros tienden a hacerse algo más claros, por lo que es recomendable que antes de aplicar los colores a lo que será tu obra final, hagas pruebas de color sobre el mismo tipo de papel en el que vas a trabajar.
Por tratarse de un medio tan cubriente, el gouache ha sido utilizado bastante para técnicas de pintura más directas que la acuarela, aunque puedes trabajar utilizando ambas. Los resultados en términos de color pueden ser fascinantes.
Si no lo crees, te recomiendo que le des un vistazo a los trabajos de William Turner (checa esta publicación de nuestro blog acerca de su teoría del color) y a los de John Singer Sargent (te recomiendo también nuestra publicación “Elementos de la pintura en acuarela de John Singer Sargent y William Turner”).
Hacer gouache
Hemos llegado a la parte clave de nuestra publicación: los pasos para hacer gouache.
Como había comentado, para hacer gouache existen diferentes recetas hoy en día. Ya hemos mencionado unos cuantos de sus ingredientes, pero a continuación veremos en concreto el proceso “standard” para hacer gouache de forma artesanal y algunos más. Los materiales que vas a necesitar son:
- Pigmentos
- Goma arábiga (nosotros la tenemos en presentación de lágrimas, es decir, sólida, por lo que tendrás que diluirla, pero también es fácil de conseguir líquida en tiendas especializadas).
- Carbonato de calcio (en polvo o puedes deshacer la cantidad de gis que necesites)
- Espátula y/o moleta
- Agua (mejor si es destilada. Puedes utilizar también agua purificada o hasta agua que hayas hervido y que ya esté a temperatura ambiente)
- Guantes y cubrebocas (no quieres polvo de pigmento entrando a tu nariz ni tenerlo en las manos, en la ropa o por todos lados)
- Una base plana, sin lastimaduras o rayaduras, como el vidrio o el acrílico.
Materiales opcionales:
- Miel
- Aceite de clavo
- glicerina vegetal
Las imágenes son tomadas del video que se puede encontrar en la publicación del blog "Artful Badgering" y el pigmento que utilizamos aquí como ejemplo es amarillo ocre (si checas el video, ahí podrás ver el proceso con diferentes pigmentos).
Si ya has visto publicaciones de nosotros como “Cómo hacer acuarelas artesanales” y “Cómo hacer pintura al óleo artesanalmente” (si no lo has hecho, te las recomiendo ampliamente) sabrás que cuando hablamos de los pigmentos en el proceso de crear nuestras propias pinturas, diferentes pigmentos se comportarán de diferentes maneras al ser mezclado y por lo tanto puede que con algunos debas de ajustar cantidades, lo cual seguro ha de suceder eventualmente cuando te propongas hacer gouache artesanal.
Dicho esto pasemos al proceso
Primero, debes crear un pequeño montículo de pigmento y hacerle un pequeño crater en el centro. Ahí es donde vas a agregar la goma arábiga y el agua destilada en partes iguales junto con la mitad en cantidad proporcional de miel (en este caso, fueron volúmenes a gotas, y se utilizaron inicialmente 6 de agua, 6 de goma arábiga, 3 de miel y 3 de glicerina), aunque si te encuentras corto de materiales, con la goma arábiga y el agua sería suficiente.
Hay algunos elementos que se pueden utilizar para mejorar la capacidad de resolubilidad, esto es, que sea más fácil volver a humectar la pintura, para lo que puedes utilizar o bien hiel de buey, la glicerina vegetal y/o la miel, que también ayudan a mejorar la capacidad que tendrá la pintura de ser re-humectada y a mantener la consistencia.
La miel también contribuye como un gran conservador natural (¿sabías que se han encontrado vasijas con miel de los tiempos de la antigua civilización egipcia aún en buen estado?), para lo cual también se agregan unas gotas de aceite de clavo, pues contiene propiedades antibacteriales. La hiel de buey también se utiliza para esto, aunque ahora sabes que no es absolutamente necesaria su presencia.
Algunos utilizan todos estos elementos juntos al hacer gouache (los ingredientes básicos más la hiel de buey, glicerina vegetal, miel y aceite de clavo) pero esto no es una regla, puedes agregar solo uno o dos.
Ahora lo que tienes que hacer es mezclarlo todo muy bien hasta que no queden grumos. De momento puede que la consistencia parezca demasiado líquida, pero está bien. La moleta es una herramienta super efectiva para deshacerse de cualquier grumo pero también lo puedes lograr con la espátula, solo se lleva un poco más de tiempo. Si dejáramos el proceso hasta aquí tendrías una acuarela, pero a continuación se agrega el carbonato de calcio.
Nuevamente, tanto al hacer gouache como otros tipos de pinturas de manera artesanal, realmente no hay una cantidad exacta de carbonato de calcio a ser agregada porque esto dependerá en buena medida de la reacción que tenga el pigmento hacia este. Puedes empezar con una cuarta parte en proporción a la cantidad de pigmento, y de ahí ir agregando más en ese tipo de cantidad.
Esto quiere decir que tendrás que probar el color con un pincel para checar la transparencia del color y agregar más carbonato de calcio si sigue siendo demasiada hasta lograr la opacidad que necesitas. Algo más que te puede ir dando la pauta es la consistencia: si has utilizado gouache de tubo, debe ser muy similar a esa o a la del óleo. debe ser fácil de esparcir, ni muy aguada ni muy pastosa.
(Si crees que falta un poco de color, puedes también agregar más pigmento.)
¡Y listo! ya puedes pasar a envasarlo o a utilizarlo.
Hacer Gouache al temple
Los ingredientes para esta forma de trabajar el gouache son os mismos en realidad, salvo por la clara de dos huevos con los que crearemos algo llamado “Egg glair”, que no es otra cosa que la clara de huevo después de ser batida.
Esta es la razón por la que mencionamos que se le considera como un temple, aunque aquí no vamos a utilizar las yemas para nada. Ahora bien, si ya has trabajado con temple antes, estarás familiarizado con el proceso de separar las claras, así que dudo que eso te signifique alguna dificultad.
Lo siguiente que vas a hacer es batir las dos claras (a mano o con máquina) como cuando se hace merengue, para después dejarlo descansar una noche, tapado y a temperatura ambiente, tal cual está (si, espumoso). Al día siguiente, la espuma se habrá vuelto más rígida y al fondo tendrás el líquido reposado con el que vas a trabajar en vez de la goma arábiga como aglutinante, sólo vacíalo en un recipiente aparte.
Al final, puedes agregarle unas dos o tres gotas de vinagre, que le ayudará a conservarse por mucho más tiempo guardado en el refrigerador.
La cantidad y la forma de mezclar con los demás elementos es la misma que en el “método standard”, así que puedes seguir los mismos pasos de aquí en adelante.
Hay, sin embargo, una peculiaridad de esta variación con la quizás quieras experimentar y es que hay quienes aseguran que entre más tiempo se deje reposar el egg glair a temperatura ambiente (sin las gotas de vinagre, que de todas maneras se agregan hasta el final del reposado), se tendrán diferentes resultados a la hora de pintar pues cambian sus propiedades
En el video de donde proceden las imágenes (propiedad del canal Artists Sharing) se comenta que, después de esa primera noche, se puede llevar al refrigerador (aqui ya puedes agregarle las gotas de vinagre) o dejarlo fuera.
Se comenta que después de 1 semana puede permanecer aún sin ningún olor desagradable (sin conservadores) y tendrás resultados distintos, y que si puedes tolerar el olor después de dejarlo 1 mes, la consistencia es completamente distinta. Por supuesto, este experimento lo dejamos a consideración de cada uno.
Si quisieras trabajar sólo con el egg glair, el pigmento y agua (por ejemplo, el pigmento podría estar previamente mezclado con algo de agua destilada, con una consistencia ni muy aguada ni muy rígida), la recomendación es que trabajes en aplicaciones delgadas, pues sin nada que agregue más elasticidad y por las propiedades del huevo, una capa más gruesa se podría agrietar.
También en este caso sería bueno que, para hacer pruebas, después de aplicar la pintura y de que esta seque, pases la yema de uno de tus dedos (no importa si tienes guantes) por encima, pues si queda algo del pigmento en tu dedo significará que te falta agregar más aglutinante.
El egg glair lo utilizaban mucho de esta manera en la era medieval para los manuscritos y hasta para adherir hoja de oro.
Variante de Kremer
Esta última es aún más simple y es la forma en que la marca Kremer de pigmentos y materiales recomienda hacer el gouache. Eso si, con ingredientes mucho más modernos.
Paso 1
Con tu espátula mezcla el pigmento con el aglutinante, que en este caso es alcohol polivinílico (PVA) líquido (Kremer lo maneja entre sus productos).
Paso 2
Muele la mezcla con una moleta hasta que obtengas la misma pasta de consistencia suave (recuerda: ni muy líquida ni muy pastosa). En su página mencionan que si sólo mezclas el pigmento con el alcohol polivinílico líquido, sin nada de agua, puedes obtener una pintura considerablemente gruesa, viscosa, de buena estabilidad a largo plazo.
Paso 3
Para que el color sea suficientemente opaco, agrega algo de tiza/gis o carbonato de calcio. Ellos también mencionan que para estos fines de entre sus pigmentos podrías utilizar el champagne (#58000) o el blanco de titanio (#46200) y vuelves a mezclar con tu espátula y tu moleta.
Recuerda que al hacer gouache lo mejor es hacer pruebas para confirmar que tan transparente resulta la pintura y así lograr que tu gouache resulte exactamente como quieres.
Finalmente para fijar y proteger tus obras nosotros recomendamos la solución de caseína aplicada con un atomizador de manera uniforme.
Si tienes alguna duda o comentario sobre cualquiera de los materiales o los procesos para hacer gouache artesanal, no dudes en contactarnos, ya sea aquí o en nuestras redes.
¡Hasta la próxima!