Alex Katz nació en los Estados Unidos en 1927, dos años antes de la gran depresión. Su pintura ha sido muchas veces descrita como un ejemplo contundente del punto de quiebre entre el movimiento expresionista abstracto de los '50 y el arte pop de los '60s. A la fecha, Alex Katz es el artista pop vivo mejor vendido.
En su trabajo podemos ver el cambio de enfoque de lo interno, psíquico e informe -que es aquello en lo que tanto hincapié hacían los pintores expresionistas abstractos- transformándose una vez más en figuración, representación, perspectiva y claro oscuro. Esta transformación es notable, sobre todo, por no perder el énfasis que los expresionistas abstractos hacían en los planos de color, el trazo y el obviar el carácter fundamental de la pintura siendo restregada sobre un superficie plana.
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Alex-Katz, Trio, 2009.
La formación de un artista pop
La relación entre la pintura de Alex Katz y la pintura expresionista abstracta es estrecha. Por un lado, esto se debe a la época en que ambos se desarrollaron, ya que en el período en que Alex Katz era estudiante, Pollock, De Kooning, Rothko y otros expresionistas abstractos eran los pintores más prominentes de Estados Unidos. Sin embargo, la relación de ambas formas de pintura es mucho más que circunstancial, pese a que a primera vista los cuadros aparenten no tener mucho en común.
La vertiente del expresionismo abstracto que más influencia tuvo sobre Katz es la corriente conocida como color field painting (pintura de campos de color), cuyo más reconocido exponente es Mark Rothko. A diferencia de la mejor conocida forma de pintura expresionista abstracta, action painting (pintura de acción) -que se interesaba por el aspecto más "dibujístico" de la pintura en el movimiento y la expresión del trazo-, el color field painting se interesaba principalmente por el color y la relación del espectador con él.
Si bien desde el impresionismo los pintores comenzaron a interesarse por el color puro y lo que éste es capaz de transmitir, los pintores de color field abstrajeron por completo el color de la representación para producir sensaciones y emociones a través del uso del mismo, valiéndose de producir evocaciones en su condición de pureza. En la pintura de Katz, esta vertiente pictórica tomó una dirección principalmente formal, al servicio de una ideología completamente distinta. En lugar de huir de la figuración y la tradición pictórica previa a la modernidad, Katz la retomó con una mirada distinta y una forma de trabajar renovada.
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La pintura de Katz marca un fuerte punto de quiebre frente a la ideología del expresionismo abstracto, en un momento en que muchos artistas consideraban que la pintura no tenía a dónde ir tras los postulados del movimiento. Esto lo podemos ver en la obra de Katz por la forma en que conviven la influencia estilística, formal y filosófica de la pintura moderna, junto con un claro interés por explorar elementos de la cultura de masa post-industrial, todo esto retomando algunos elementos de la tradición plástica previamente abandonada: la figuración y la representación.
Por supuesto, la tendencia a investigar la cultura de masas no es exclusiva de Katz. Ésta fue explorada por muchos otros de sus contemporáneos, siendo Andy Warhol el más reconocido entre ellos. No obstante, la forma en que Katz la abordó no fue desde el punto de vista de la publicidad, el comercio y la producción en masa, sino desde la experiencia cultural del individuo al formar parte de la sociedad de la cual surge y a la cual vuelve esta cultura. En pocas palabras, Katz explora en sus pinturas el estilo de vida de una época y de un sector específico de la cultura, que es el sector cultural al cual él mismo pertenece.
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